20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Entre su películas son especialmente recordadas 'La colmena', sobre la obra de Camilo J. Cela, y 'Los santos inocentes', según la novela de Delibes

Fallece a los 86 años el cineasta Mario Camus, el gran adaptador literario del cine español

Mario Camus.
Mario Camus.
El director de cine Mario Camus ha fallecido a los 86 años tal y como ha anunciado su familia. El cineasta santanderino pertenecía a la corriente conocida como Nuevo Cine Español y destacó especialmente por sus adaptaciones literarias de nombres como Antonio Gala, Ignacio Aldecoa o Calderón de la Barca. Especialmente recordadas son 'La colmena', sobre la obra de Camilo José Cela, y 'Los santos inocentes', según la novela de Miguel Delibes, además de la serie 'Fortunata y Jacinta' de Galdós.

Mario Camus nació en Santander el 20 de abril de 1935 y tras estudiar derecho ingresó en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. Eran los primeros años sesenta y entre las paredes de la Escuela estaba germinando una nueva generación de cineastas que la crítica daría en llamar Nuevo Cine Español y que vendría a romper con las tendencias que hasta entonces habían marcado el cine patrio. 

Nombres como Borau, Saura o el propio Camus convivieron con las tendencias comerciales del momento como los espagueti western o los musicales pop. Sin embargo, de cara los críticos, sus verdaderos competidores eran los cineastas de la llamada Escuela de Barcelona. Aranda, Bofill o Gonzalo Suárez destacaban más por su influencia francesa y su toque vanguardista. El escuadrón mesetario, sin embargo, se destacaba por la formalidad en los planteamientos cinematográficos. Buscaban la ruptura mediante el contenido, lo que les enfrentó a la censura no pocas veces. 

Desde el principio de su carrera, Camus se destacó por su talento para las adaptaciones literarias que le darían grandes satisfacciones durante años. Así, debutó con Los farsantes (1963) basada en la novela de Daniel Sueiro y enamoró a la crítica con sus adaptaciones de dos textos de Ignacio Aldecoa: Young Sánchez (1964) y Con el viento solano (1965), candidata a la Palma de Oro en Cannes, que supuso la recuperación cinematográfica de Imperio Argentina. 

Raphael y Sara Montiel

Después se unió a su amigo, el escritor Antonio Gala, para construir una serie de películas comerciales al servicio de Raphael: Cuando tú no estás y Al ponerse el sol. Los filmes, grandes taquillazos del momento, iban mucho más allá de los musicales pop de la época y el subtexto y transfondo de éstos no era descubierto por la censura ni por las críticas. El tándem Gala-Camus repitió en Esa mujer (1969), un melodrama judicial a mayor gloria de Sara Montiel. La diva manchega atravesaba en esos momentos una depresión por la mala salud de su madre y su fracaso matrimonial con Chente Ramírez Olalla. La Montiel contaría en sus memorias, Vivir es un placer (2000), que entre ella y Mario Camus surgiría un romance que duraría lo que el rodaje. Gala y Camus todavía se unirían en un proyecto televisivo, Si las piedras hablasen (1972), conducido por Natalia Figueroa que, andando el tiempo, sería la esposa de Raphael. 

Cela, Delibes y Pilar Miró

Tras la dictadura, Mario Camus consiguió sus grandes éxitos internacionales. La adaptación televisiva de la obra de Galdós Fortunata y Jacinta fue todo un fenómeno del momento. El éxito le llevó a adaptar por encargo de José Luis Dibildos La Colmena de Camilo José Cela. La película, con uno de los mejores repartos de la historia del cine español, fue una de las más exitosas de 1982 y tuvo una larga carrera internacional tras obtener el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Dos años más tarde repetiría éxito internacional con otra adaptación literaria, Los santos inocentes (1984) de Miguel Delibes. La taquilla fue incluso superior que con su anterior filme y Paco Rabal y Alfredo Landa por sus interpretaciones memorables recibieron el premio de interpretación en el Festival de Cannes. 

Los 90 fueron años en los que Camus abandonó la senda de adaptaciones literarias para hacer filmes más personales como El color de las nubes (1998). También se acercó al mundo de ETA en dos películas: Sombras en una batalla (1993), ganadora de dos Goyas, y La playa de los galgos (2002). Entre ellas, su película Las aventuras del Coyote (1998) con José Coronado, que recibió pésimas críticas y mucha publicidad por la aparición, con desnudo incluido, de Mar Flores. 

Pilar Miró. 

En esos años Mario Camus, siempre discreto con su vida privada, saltó a las páginas de las revistas del corazón por su historia de amor con Pilar Miró. El cántabro fue el gran apoyo de la madrileña cuando sus enemigos políticos consiguieron montar un escándalo a cuenta de su administración al frente de Televisión Española. Juicio del que salió absuelta. Miró y Camus se conocían desde los años sesenta. Para la cineasta, Mario fue un remanso después de años de tormentosas relaciones sentimentales con nombres del cine como Claudio Guerín, Ramiro Oliveros, Álvaro de Luna o el periodista José Luis Balbín. Juntos incluso realizaron un guion, El pájaro de la felicidad (1993), que dio lugar a una de las obras más personales de la cineasta madrileña. 

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