19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El icónico vestido de Givenchy que lució la actriz en la cinta se subastó en 2006 por 700.500 euros, la cifra más elevada por una prenda de cine

Audrey Hepburn y Tiffany's: Lo desconocido de 'Desayuno con diamantes' a sus 60 años

Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'.
Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'.
Audrey Hepburn siempre estará asociada a Tiffany. Aunque la primera elección del estudio para dar vida a Holly Golightly en 'Desayuno con diamantes' fue Shirley MacLaine, finalmente, su marido Mel Ferrer, consciente del funcionamiento intrínseco del star system, supo que el papel tenía que ser para su mujer. En palabras de su hijo Sean H. Ferrer, "mi padre protegió a mi madre porque conocía el sistema desde dentro".

Desde un punto de vista onírico, Audrey Hepburn siempre estará asociada a Tiffany por muy mal que le haya pesado en la conciencia a Truman Capote, autor original de Desayuno en Tiffany’s, que vendió a la revista Esquire por 3.000 dólares. Conscientes del poder cinematográfico de la obra del enfant terrible de la literatura que siempre estaba protegido por sus cisnes, la Paramount compró por 65.000 dólares la adaptación a la pantalla de esta historia que Capote quería que protagonizara su gran amiga Marilyn Monroe, de cuyo fallecimiento se enteró en 1962 mientras escribía en Palamós (Costa Brava) su inefable A sangre fría.

Aunque la primera elección del estudio para dar vida a Holly Golightly fue Shirley MacLaine, al final se decantaron por la angelical Audrey Hepburn, que en aquellos momentos estaba saboreando la dulce maternidad tras el nacimiento su primogénito Sean, fruto de su matrimonio con Mel Ferrer. En cuanto este leyó el guion, supo que su esposa tenía que interpretarlo, aunque eso supusiera no estar todo el tiempo al lado de su hijo después de haber sufrido varios abortos. Ferrer era consciente del funcionamiento intrínseco del star system, por lo que siempre fue un faro para su esposa. En palabras de Sean H. Ferrer a quien escribe estas líneas, “mi padre protegió a mi madre porque conocía el sistema desde dentro y, por ello, mi abuela (madre de Audrey) y él congeniaron muy bien porque fueron los artífices de la imagen que proyectaba mi madre”.

Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'. 

De esta manera nació Desayuno con diamantes (1961), el clásico de Blake Edwards que cumple seis décadas que acaban de ser plasmadas en un libro homenaje homónimo publicado por la editorial Notorious especializada en cine clásico. Como clásico y mitológico es el vestido de Givenchy de satén negro con escote recortado en la espalda que enfatizó la figura de una nueva mujer en el universo del celuloide, unos guantes hasta el codo también de satén del mismo color, un collar de cinco vueltas de perlas falsas, el recogido de Grazia de Rossi y las gafas de sol modelo Manhattan de Oliver Goldsmith, el primero en tratar a este objeto como un accesorio indispensable para el ámbito de la moda. Fue tal su influencia que Givenchy y Dior elegían sus gafas para hacer juego con sus diseños mientras que Grace Kelly, Michael Caine, Nina Simone o Jude Law han decorado su mirada. Para la promoción de la película, la joyería prestó a la estrella belga su célebre diamante amarillo de 128,54 quilates y talla cojín de 82 facetas (lo normal son 58) engastado en un collar de oro y diamantes Ribbon Rosette de Jean Schlumberger, otro de los diseñadores fetiche de la joyería de la Quinta Avenida junto a Paloma Picasso o Elsa Peretti y que recientemente adquirió el grupo de lujo francés LVMH. La última celebridad en lucirlo ha sido Beyoncé.

Carta de Audrey Hepburn en Tiffany's. 

Durante el rodaje se utilizaron tres vestidos idénticos que tuvieron tres finales diferentes. Uno lo subastó Dominique Lapierre en 2006 en Christie’s por 700.500 euros (la cifra más elevada pagada por un vestido de cine hasta ese momento) que fueron destinados a la ONG La Ciudad de la Alegría; otro estuvo expuesto en el Museo del Traje de Madrid (2006-2011) y fue la pieza estrella de la muestra que el Museo Thyssen realizó en 2014 para honrar a su diseñador, que acudió personalmente a la inauguración y el tercero está a buen recaudo en manos de su hijo Sean.

El rodaje estuvo plagado de dramas y desavenencias. George Peppard cuestionaba a Blake Edwards continuamente y no se llevó bien con Audrey y Patricia Neal debido a su desmesurado ego. Neal no atravesaba su mejor momento personal porque su hijo Theo de cuatro meses sufrió un accidente en 1960 que le causó daños cerebrales y posteriormente vivió más desgracias, como la muerte de su primogénita Olivia con siete años en 1962 por una encefalitis y los diversos derrames cerebrales de 1965 que le obligaron a reaprender a caminar y hablar. Otro de los coprotagonistas de la cinta, Mickey Rooney, fue objeto de las críticas raciales por interpretar a un chino. Y la célebre canción Moon River de Henri Mancini que tan dulcemente canta Audrey en el alféizar de una ventana al son de una guitarra estuvo a punto de no grabarse porque a un ejecutivo de la Paramount no le gustaba. Al final, el tema se llevó el Oscar a la mejor canción original.

Lugar de nacimiento de Audrey Hepburn. 

En 2017, Christie’s subastó el guion original de Desayuno con diamantes por 721.335, siendo adquirido por la emblemática joyería en cuya sede de Bruselas se conserva una carta de agradecimiento y felicitación firmada por la actriz por el 150 aniversario de la joyería. A unos pocos minutos caminando se encuentra Ixelles, el municipio en el que nació uno de los iconos más importantes del siglo XX. Por cierto, allí también dio sus primeros pasos el escritor Julio Cortázar. Hace dos años, Sean H. Ferrer inauguró una exposición homenaje a su madre como regalo a la ciudad de Bruselas con motivo del que habría sido su 90º aniversario. La actriz falleció en 1993 a los 63 años en La Paisible, su casa de piedra del siglo XVIII ubicada en la comuna suiza de Tolochenaz.

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