20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Nieta de 'el Niño de la Palma', hija de Antonio Ordóñez y sobrina de Luis Miguel Dominguín, en 1973 se casó con el también torero Paquirri

Diecisiete años de la muerte de Carmina Ordóñez: Anécdotas de una reina del papel couché

Carmina Ordóñez.
Carmina Ordóñez.
Hace diecisiete años la muerte a los 49 años de Carmina Ordóñez generó una gran conmoción en España. Carmina era un personaje habitual de la prensa del corazón debido a sus vinculaciones con diversas dinastías taurinas. Nieta de 'el Niño de la Palma', hija de Antonio Ordóñez y sobrina de Luis Miguel Dominguín, en 1973 se casó con el también torero Francisco Rivera 'Paquirri' con el que también tuvo dos hijos diestros, Fran y Cayetano Rivera.

El 23 de julio de 2004 Carmina Ordóñez irrumpió en la actualidad española por última vez. No era la primera vez que durante un verano copaba la actualidad nacional. Por desgracia, en esa ocasión, se trataba de su muerte a los 49 años. Fue su asistenta de hogar quien encontró el cuerpo en la bañera, en posición de cúbito supino. Su desaparición propició una canícula en la que se hicieron evidentes las tensiones familiares y el cómo una clase social, la jet, a la que pertenecía desde su nacimiento, le había dado la espalda tras unos últimos años en los que el escándalo la perseguía.

Carmen Cayetana Ordóñez González, nació el 2 de mayo de 1955 en Madrid. No pertenecía a la nobleza pero sí a algo así como la aristocracia del estoque. En ella confluían los Ordóñez y los Dominguín. Tradición taurina en doble vertiente. Nieta de 'El Niño de la Palma' e hija de Antonio Ordóñez, apenas tenía dos años cuando el enfrentamiento de su padre con su tío Luis Miguel Dominguín -su madre Carmina González era hermana de este torero-, consiguió interesar al mismísimo Hemingway que al enfrentamiento entre ambos diestro dedicó su libro Verano sangriento. 

Boda Carmina Ordóñez y Paquirri. 

Aunque adoraba a su padre, dicen que heredó una belleza característica de los Dominguín. "Los Dominguín son guapos, los Ordóñez somos buena gente", le dijo Antonio Ordóñez en una ocasión a su otra hija, Belén. 

Por si fuera poca la influencia taurina, el primer amor de Carmina fue otro diestro, Francisco Rivera 'Paquirri'. El matador de Barbate era siete años mayor que ella y de origen social completamente distinto. Con apenas 17 años, el 16 de febrero de 1973 Carmina se convirtió en mujer de torero. Una unión que duró seis años y de la que nacieron dos hijos, los también toreros Fran y Cayetano Rivera.

En esos años, en plena adolescencia, Carmina pasó a hacer vida de mujer burguesa casada. Ese era el papel que representaba en las revistas del corazón de la época. En 1975 una publicación estadounidense llegó a elegirla como una de las mujeres de más bellas del mundo junto a Carrie Fisher, antes de ser la Princesa Leia de Star Wars, y Carolina de Mónaco. La publicación la definía como una mujer "con un estatus social sólo por debajo de una Infanta". Cosas de los americanos.

Cuando en febrero de 1979 su matrimonio se rompe empieza la dicotomía que la acompañó siempre: la Carmina de las revistas que respondía a los reporteros a golpe de melena frente a Carmen, la mujer detrás del personaje. Su separación de Paquirri dio lugar a un curioso 'intercambio de parejas': Carmina se unió a Antonio Arribas, hasta entonces novio de su íntima amiga Lolita Flores y la hija de La Faraona hizo lo propio con el diestro. 

Su segunda boda fue en 1984 con Julián Contreras. 

Carmina se sumó en esos años a Carmen Martínez-Bordiú e Isabel Preysler en lo de crear una nueva profesión. Las tres habían sido educadas para ser amas de casa. De lujo, pero amas de casa al fin y al cabo. Cuando sus primeros matrimonios saltaron por los aires encontraron en la fama una forma de vida. Fueron las pioneras en convertir su nombre en algo así como una marca registrada. 

Los amores de Carmina siempre fueron pasto para las revistas. En el matrimonio reincidió dos veces más: con Julián Contreras en 1984, con el que sería de nuevo madre en enero de 1986 y con Ernesto Neyra en 1997. Este último matrimonio fue el punto de inflexión de su vida. Cuando en 2001, dos años después de su divorcio, denunció haber sido víctima de malos tratos en Crónicas Marcianas, nadie la creyó y se tomó como un invento de la Carmina de las revistas. Incluso una Jueza llegó a decir que la Ordóñez "no tenía el perfil sociológico de una mujer maltratada". Una barbaridad a ojos de la sociedad de tan sólo veinte años después. 

Pleitos tengas y los ganes

Más allá de su vida sentimental, otra de las especialidades informativas de Carmina fueron sus diversos pleitos. Se enfrentó con Isabel Pantoja, la viuda de su primer ex, por defender los derechos de sus hijos ante la herencia del malogrado torero. También se enfrentó a la segunda esposa de su padre, Pilar Lezcano, con la que se casó tras la muerte de Carmen Dominguín víctima de un cáncer. Una pérdida de la que nunca se recuperó Carmina. 

También se enfrentó con su consuegra, la mismísima Duquesa de Alba, cuando esta reaccionó a las lágrimas de Carmina en la boda de Fran Rivera y Eugenia de Montoro asegurando que "hay que venir llorada de casa". Cruces con otras dinastías que cotizaban alto en el universo rosa, en el que ella siempre tuvo asiento preferente. 

Fue madrina de la boda de su hijo Fran Rivera con Eugenia Martínez de Irujo. 

En sus últimos años salieron a la luz sus problemas de adicción a varias sustancias y los intentos que hizo por dejar ese mundo, al mismo tiempo que sus noviazgos iban y venían a la velocidad de la luz pero siempre ocupando portadas. Como también lo hizo hace 17 años cuando su desaparición se convirtió en el gran tema del verano. 

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