25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Una española confió en el hombre que la engatusó a través de la conocida aplicación de citas hasta que logró sacarla esa cantidad de dinero

La “estafa del amor”: Una mujer regala 350.000 euros a quien iba a ser "el amor de su vida" tras conocerlo en Tinder

La mujer se enamoró por internet.
La mujer se enamoró por internet.
Alberto García Cebrián, abogado de familia, explica en este artículo el caso de una mujer estafada "por amor" en Tinder. Transfirió dinero a cuentas de Estados Unidos y Canadá por valor de 350.000 euros y luego su "novio" desapareció. Cebrián cuenta las consecuencias legales para el estafador en caso de ser detenido.

Cada día las modalidades de estafa se van perfeccionando más. Ya hemos escuchado en numerosas ocasiones la estafa que consiste en simular un amor online para tratar de engañar y estafar a una persona que, pensando en un proyecto sentimental, acepta mandar dinero a su supuesto ciberamigo o pareja virtual. Con el paso del tiempo todo acaba sin llegar ni tan siquiera a conocer a la persona que se esconde al otro lado del ordenador, que desaparece de la vida de la víctima con su dinero.

Normalmente se hacen pasar por personas con la vida resuelta, pero con problemas de solvencia temporal mediando la promesa de comenzar una vida juntos. Se comportan de la manera más embaucadora posible para que la víctima, en un estado de enamoramiento idealizado, aún sin conocer al timador, vaya entregándole las máximas sumas de dinero.

Por desgracia, es frecuente en pequeñas cantidades de dinero defraudadas. Puede ser razonable mandar 200 euros, 1.000, 1.500 euros… pero en esta ocasión la cantidad presuntamente estafada es de 350.000 euros.

¿Cuál ha sido la diferencia para que en este caso la víctima haya perdido tanto dinero?

Evidentemente el presunto estafador eligió premeditadamente a quien daba un perfil óptimo para el engaño. La persona estafada estaba atravesando un mal momento personal soportando un gran estrés. Evidentemente la víctima tenía gran capacidad económica, de lo contrario no habría sido posible disponer de una cantidad tan grande de dinero.

El presunto estafador se hacía pasar por estadounidense y se ganó la confianza de la víctima que accedió a mandar varias transferencias a cuentas de EEUU y Canadá.

El abuso de la confianza de la víctima se hace en el contexto  sentimental de ser pareja y de formar un feliz matrimonio y familia. Uno de los motivos que hacía necesarias las transferencias era un supuesto problema de salud, lo cual nos hace ver los pocos escrúpulos del timador.

La víctima empezó a desconfiar de la relación cuando ya era muy tarde, cuando ya había transferido 350.000 euros, desapareciendo para siempre el presunto estadounidense sin dejar rastro ni dar ninguna explicación.

Se trata de un delito cometido desde la impunidad, al no tener ningún tipo de contacto real, sólo virtual y anónimo pues probablemente todos los datos facilitados eran falsos y la victima ha vivido en una ficción creada en la que, con el pretexto de que era una relación basada en el amor, le arrebata interesadamente lo que realmente quería, su dinero.

La impotencia que puede llegar a sentir una persona que ha sido estafada de esta manera puede provocar un daño emocional irreparable.

Al parecer, el contacto inicial se produjo por la popular red social "Tinder” hace 5 años y la relación fue de menos a más para a quien desde España empezaba a confiar en ese supuesto “amor virtual” que acabó desapareciendo con su dinero con un doble perjuicio: Tanto sentimental como económico.

Amigos de lo ajeno

La moraleja de esta situación debe de ser el aprendizaje social para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse en otras personas. Es incuestionable que siempre van a existir amigos de lo ajeno que quieran engañarnos, lo que debemos de ser es más prudentes y desconfiar de este tipo de promesas amorosas. Estos individuos u organizaciones siempre van a buscar la debilidad de la víctima y las redes sociales y aplicaciones de contactos les puede facilitar mucho sus fechorías.

Las estafas por Internet son habituales.

Por eso debemos de ser diligentes y evitar ser vulnerables a este tipo de “estafas amorosas” para prevenir perder nuestro dinero en el camino de la búsqueda del amor con personas equivocadas. Nos puede pasar como a la víctima de esta historia que se quedó sin amor y sin dinero, con un coste e impacto emocional incalculable.

Castigo para el estafador

De acreditarse la autoría de la estafa, el autor podría ser condenado hasta a 6 años de prisión conforme el artículo 248 del Código Penal, así como evidentemente la responsabilidad civil, es este caso el pago del importe presuntamente estafado.

¿Es probable que se condene al presunto autor y que la víctima recupere su dinero?

No. Habrá que esperar al resultado de los trámites judiciales, pero en este tipo de casos lo más normal es que la persona realmente no exista y todo sea una mentira orquestada. En muchos casos pensamos que se trata de un timador individual, pero en la mayoría de los casos se trata de organizaciones criminales que ya se ocupan de no dejar rastro y por tanto, que sus actos queden impunes.

Se debe tener en cuenta la dificultad añadida de que el presunto delito se ha perpetrado fuera de España, presuntamente en Estados Unidos, pero perfectamente se podría haber cometido desde cualquier otro punto del mundo.

Por tanto, en este caso sí es claro que es posible acreditar la estafa, pero la gran dificultad consiste en identificar al autor de los hechos.

A continuación, analizaremos cada uno de los elementos que deben concurrir para que exista estafa, que como desarrollaremos, en estas situaciones son muy claros:

Engaño suficiente y bastante: En este caso, el presunto estafador realiza una serie de promesas de proyecto de vida común e incluso propone contraer matrimonio y formar juntos una familia, a pesar de que ni tan siquiera se han conocido.

Que produce un error: Existe un error en la percepción de la víctima, pues alegando problemas de solvencia en su empresa e incluso contingencias médicas, el presunto estafador la hace caer en un error de percepción creado por él mismo.

Acto de disposición patrimonial de la víctima: Como consecuencia de ese engaño se produce el error y la víctima realiza transferencias por un importe total de unos 350.000 euros.

Ánimo de lucro: Es evidente el ánimo de lucro pues la finalidad en todo momento es que la víctima le transfiera dinero a su propia cuenta. Es especialmente llamativo cómo una vez que la víctima comienza a sospechar y por tanto el presunto estafador considera que ya no va a darle más dinero, corta radicalmente la relación.

Nexo Causal: Debe de existir una relación de causalidad entre el engaño y el perjuicio económico. En este caso es muy claro, el engaño provoca el perjuicio económico pues de no haber inducido a ese error mediando dicho engaño, la víctima no le hubiera ingresado 350.000 euros.

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