24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

'El País' publica un cuadernillo pseudoinformativo, China Watch, que está editado y pagado por el Partido Comunista del país asiático

La doble moral del Grupo Prisa: Golpea al Régimen chino por políticas represivas de Covid mientras publicita a Xi Jinping

El Cierre Digital en
/ Prisa
El País editorializó este domingo contra el Régimen de China por sus políticas represivas relacionadas con la crisis sanitaria de la covid19. Estas medidas, que han motivado las protestas de la ciudadanía, son criticadas por el mismo periódico que publica un panfleto editado por el Partido Comunista de China.

"La libertad no es un valor occidental, sino universal, tal como están demostrando estos días cientos de miles de ciudadanos chinos que han salido a las calles de las principales ciudades del país y siguen protestando todavía, especialmente en las redes sociales, por la brutalidad de los confinamientos impuestos por el régimen de partido único que preside Xi Jinping para evitar la expansión del virus de la covid-19". 

Este párrafo abría este pasado domingo el durísimo editorial publicado por El País contra el Régimen de China, contra el que cargó: "Es difícil de entender el empecinamiento en esta política a la vista de las mutaciones del virus hasta alcanzar la benignidad de la variedad ómicron, más infecciosa pero menos severa. Pese a la necesaria prudencia ante una epidemia en un país de estas dimensiones, nada justifica la rigidez policial; es una obsesión del Partido por vigilar a la población hasta límites intolerables". 

Ese mismo partido, el Partido Comunista de China, es el editor de un panfleto propagandístico que una vez al mes publica El País, que hace caja con un suplemento "elaborado por China Daily, un periódico en inglés de la República Popular China, que es el único responsable de su contenido", explican. 

Tal y como explicaba hace unas semanas el portal económico Merca2.es, China gasta alrededor de 10.000 millones de dólares anuales en financiar medios en inglés, ruso, árabe, español y francés como este China Watch que publica un diario supuestamente tan crítico contra el Régimen de Xi Jinping. 

Joseph Oughourlian invierte otros 3,3 millones de euros en el grupo

"No he invertido 300 millones (en el Grupo Prisa) para poder hacer favores al Gobierno", decía a finales de 2020 Joseph Oughourlian para intentar desprenderse de la etiqueta de empresario afín al Ejecutivo que lidera su amigo Pedro Sánchez. 

Sea como fuere, el inversor armenio no está dispuesto a perder comba en el editor de la Cadena SER y El País tras la ampliación de capital del multimedia. Y es por ello que acaba de adquirir 7,5 millones de acciones a cambio de 3,3 millones de euros. 

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Medios de Prisa hace una década. 

Su vehículo de inversión, Amber Capital, se mantiene así como principal accionista con en torno al 30% del capital tras haber caído hasta el 28,5%, tal y como señalan los registros depositados en la Comisión Nacional de Mercados y Valores

Oughourlian, clave en el asalto gubernamental de Indra

La Moncloa también quiere jugar otras cartas en el terreno empresarial y para ello ha impulsado la conformación de un núcleo duro en la estratégica Indra, controlada por la gubernamental SEPI, la vasca Sapa (proveedora de Defensa) y la Amber Capital de Joseph Oughourlian. 

Este trío suma más del 36% de la firma tecnológica y de Defensa en un momento clave para esta compañía, ya que España va a duplicar su gasto en Defensa (del 1% del PIB al 2%). Estos más de 10.000 millones extra anuales de inversión, comprometidos con la OTAN a raíz de la guerra de Ucrania, previsiblemente propulsarán a Indra. 

La Moncloa también ve con alegría que Marc Murtra haya pasado a contar con labores ejecutivas con la complicidad de Sapa Palencia (liderada por el nuevo consejero dominical Jokin Aperribay, tercer accionista de Indra, cercano al PNV y presidente de la Real Sociedad) y Amber Capital (primer accionista de Prisa que ahora también ha invertido en Mediaset en plena OPA de los Berlusconi). 

Murtra, cercano al PSC, preside Indra en sustitución de Fernando Abril-Martorell, que no gozaba de la plena confianza del Gobierno de España. Cabe recordar que Abril-Martorell accedió al cargo en 2015 tras otra maniobra gubernamental, en este caso liderada por el PP. 

Entonces, el ministro de Defensa Pedro Morenés consiguió tumbar a Javier Monzón, presidente de Indra desde la fundación de la empresa en 1992. Monzón, que luego presidiría Prisa con la ayuda del Banco Santander, se había mantenido al frente de la tecnológica bajo los gobiernos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. 

El directivo que vio con alegría que Indra recibió en 2014 el Premio AECA a la Transparencia Empresarial se marchó con un finiquito de 16 millones de euros sin que los medios que hoy denuncian las "injerencias gubernamentales" abriesen demasiado la boca

¿Independencia?

Murtra intentó exhibir hace unos meses en El País una independencia que no resulta demasiado creíble y aseguró que solo pensaba "en el 100% de los accionistas, en los pequeños, en los grandes, en los que son activos y en los que son más pasivos. Ese es mi trabajo y solo me dedico a eso. Ni hay interferencias, ni hay injerencias, ni las habrá mientras sea presidente de esta compañía. Indra se va a regir por criterios técnicos y profesionales". 

"Nosotros nos tenemos que adaptar al mercado para pasar a ser el actor principal en España y uno de los grandes actores europeos en el ámbito de la tecnología. Si esta oportunidad no la captura Indra, la va a capturar otro operador europeo", añadió. 

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