28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Este pedagogo fundó su primer colegio en Salem gracias al apoyo del Príncipe Max de Baden al que le unía una gran amistad y en él estudió doña Sofía

Kurt Hahn, el judío alemán perseguido por los nazis que ideó el método en el que se educará la Princesa de Asturias

La Princesa de Asturias Leonor.
La Princesa de Asturias Leonor.
La elección del colegio donde la heredera al trono cursará su bachillerato ha generado muchos comentarios y opiniones. Una idea repetida varias veces es que el colegio no es elitista y que ha sido fundamental en la elección la experiencia de su abuela, la Reina Emérita Sofía. El método por el que se regirá la educación de la Princesa fue creado por Kurt Hahn un pedagogo y político alemán judío que acabó huyendo del nazismo y convirtiéndose al cristianismo y nacionalizándose británico.

Kurt Hahn fue un político alemán y educador progresista de origen judío convertido al cristianismo y nacionalizado inglés. Para muchos es el padre de la educación experimental, tal y como la entendemos hoy en día. Evidentemente, su metodología educativa no fue fácilmente aceptada por todo el mundo. Su visión de la formación era absolutamente rupturista con la educación tal y como se concebía en la primera mitad del siglo XX.

Hahn nació el 5 de junio de 1886 en Berlín, en el seno de una familia de ricos industriales. Oscar Hahn, su padre, dirigía industrias del acero y tenía fábricas a lo largo de todo el Imperio Alemán. La familia estaba vinculada con el mundo intelectual de la época y Hahn se crió rodeado de artistas.

Sin embargo, o tal vez por eso, la escuela fue un infierno para Hahn que llegó a definirla como una 'caja de tormento'. Consideraba que no fomentaba el crecimiento personal y el desarrollo creativo de los alumnos. De su experiencia, nació su idea de mejorar el modelo educativo.

Kurt Hahn. 

Su juventud también se vio marcada por un suceso ocurrido en el verano de 1904. Recién cumplidos los 18 años, Hanh sufrió una insolación que a punto estuvo de costarle la vida. De hecho, a lo largo de su existencia, se sometería a varias cirugías en la dermis. Toda su vida tuvo que evitar el calor y la luz directa del sol. Esto hizo que su imagen estuviese rodeada de un halo de misterio que se alimentaba de su imagen, piel pálida, casi cerúlea, siempre con sombreros de ala ancha y gafas de sol. De 1906 a 1910 pasó por varias universidades como Heidelberg, Berlín, Friburgo y Gotinga donde se formó en psicología, pedagogía, historia del arte y economía. Tras su paso por estos centros publicó su primera novela, que le mereció la defensa pública de Hermann Hesse, y más tarde se trasladó a Oxford donde comenzó a escribir su libro 'Pensamientos sobre la educación'.

Su vida cambió cuando estalló la I Guerra Mundial. Hahn, que entonces estaba viviendo en Escocia, se vio obligado a huir debido a la hostilidad existente hacia los alemanes en el Reino Unido instalándose en Berlín, donde comenzó a trabajar para el Ministerio de Asuntos Exteriores en el Departamento de Propaganda. Su prestigo le llevó a participar en la conferencia de paz socialista en La Haya (1916/1917) y en las reuniones con los abogados en Copenhague y Berna (1918).

La vida de Hahn y su influencia en la política alemana empezarían a cambiar debido al ascenso del nacionalsocialismo. De hecho, antes de la llegada al poder de Adolf Hitler fue una de las personalidades más beligerantes en advertir sobre el peligro de la figura del líder nazi, sobre todo a través de la conocida como Conferencia de Salem junto al filósofo Leopold Ziegler en 1932. Su objetivo era que el resto de partidos del espectro político alemán se unieran para frenar el peligro.

Tal vez por ser quien mejor supo intuir lo que se avecinaba, una de las primeras medidas de Hitler tras ascender al poder fue ordenar su detención. La intervención del Primer Ministro británico, Ramsay MacDonald, consiguió que su encarcelamiento fuera conmutado por un destierro en Baden.

Max de Baden.

En junio de 1933 viajó a Inglaterra para montar su escuela British Salem Schools con el apoyo del alpinista Geoffrey Wihthrop Young y el historiador George Trevelvan. En 12 años abrió cinco sucursales. En esos años vivió dos cambios sustanciales. En 1938 se naturalizó británico y se convirtió al cristianismo en 1945. También hizo campaña sobre los horrores del nazismo en los medios de comunicación británicos.

Kurt Hahn falleció en 1974 a los 88 años después de que su sistema educativo se hubiera convertido en uno de los preferidos entre cierta élite política y económica con tintes progresistas. Él estaba convencido de que el problema del mundo era precisamente el tipo de educación que recibían las élites pero, ¿en qué se basa sus sistema exactamente?

La experiencia de la Reina Emérita

Lo que él mismo denominó Erlebnistherapie (terapia experiencial) se basa en tres elementos que él consideraba fundamentales para la educación de un ser humano: compasión por los demás, voluntad de aceptar responsabilidades y tenacidad para perseguir la verdad. El propio Hahn aseguraba que había que dotar a todos los niños de “independencia moral, bienestar físico y la capacidad de discernir entre el bien y el mal”. La socialización, la capacidad para sacar adelante proyectos, así como la ausencia de castigos, salvo como último recurso, son algunas de las características de este sistema.

Actualmente el método Kurt Hahn se sigue en más 150 escuelas e institutos repartidos a lo largo de más de 40 países en el mundo. El primero donde se aplicó fue Alemania, en concreto en Salem. Fue antes de que el nazismo hiciera huir al político y pedagogo y, de facto, hacer que sus sistema se internacionalizara.

La Reina Sofía y su nieta la Princesa Leonor. 

El colegio de Salem se instaló en un castillo que perteneció al Príncipe Max de Baden, un hombre al que ayudó Hahn en su carrera política a modo de un moderno Maquiavelo. Algunos rumores a lo largo de la historia han hablado de una posible relación sentimental entre ambos pero nunca se ha conseguido una evidencia que lo probara.

Tras la II Guerra Mundial, el centro de Salem recuperó su actividad bajo la dirección del Príncipe Jorge Guillermo de Hannover, hermano de la Reina Federica. Por este motivo quiso que sus hijas Sofía e Irene estudiaran en este colegio. Una experiencia que, pese a lo contado en todos los medios estos días, la Reina Emérita no recordaba con mucho agrado. Las actividades le obligaban a socializar, algo que a ella le costaba enormemente. Además estaba muy apegada a sus padres y hermanos y recordaba con terror el frío que pasó entre sus paredes. Así se lo confesó a su biógrafa oficial Pilar Urbano.

Los Reyes Pablo y Federica quedaron encantados del sistema y aseguraron que era “el mejor para una democracia responsable”. Tal vez por eso impulsaron su implantación en un internado de Atenas. En Madrid, se instaló en 2017. Un sistema que forjó el carácter no sólo de la abuela de Leonor sino también de Felipe de Edimburgo o Carlos de Inglaterra, entre otros, y ahora lo hará con su nieta y otros jóvenes llamados a reinar en una Europa cada vez más alejada de la que se encontraron sus abuelos.

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