23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El cómico y anticuario de 72 años ha compartido tablas con conocidos artistas como Lola Flores, Rocio Jurado y Manolo Escobar

Miguel Caiceo, de actor y humorista a reputado pintor: “Los cuadros han salvado mi economía”

El Cierre Digital en
/ Miguel Caiceo.
Miguel Caiceo, humorista, actor y anticuario de 72 años vuelve a escena. Su gran oportunidad en el mundo de la televisión le llegó con el programa "Vip Noche" cuando interpretó durante una improvisación a “doña Paca”, personaje por el qué será siempre reconocido por el público. Ahora, habla de su faceta como pintor como una disciplina que le ha "salvado la economía".

Quién no recuerda aquel hombre en la década de los 90 que se puso el mandil, agarró una fregona y arrasó con la audiencia en la recién estrenada Telecinco. Hablamos de Miguel Caiceo, humorista, actor y anticuario. Su gran oportunidad en el mundo de la televisión le llegó con el programa "Vip Noche" cuando interpretó durante una improvisación a “doña Paca”, personaje por el qué será siempre reconocido por el público.  

El personaje, cuenta Caiceo, nace cuando el presentador le dio cinco minutos en el programa y el se acercó al cuartito de la limpieza y se puso el uniforme de limpiadora de la cadena. El número lo “salvó” como pudo, pero se le olvidó el final y lejos de entrar en pánico se le ocurrió terminar con la frase que ya todos los que veíamos este canal la tenemos en mente. Su ya mítica frase: “Yo no tengo ganas de ná más que de morirme”. Le salió de forma improvisada, pero se quedó en los hogares de los españoles de aquellos días.

El éxito de su personaje le llevó a estar de manera permente en la programación de Telecinco. No solo en el programa de Emilio Aragón sino en cada uno de los espectáculos que lanzaba la cadena. Fue fundamental que apostase por él el director general de la cadena, Valerio Lazarov. En Telecinco llegó a hacer un programa de cocina junto a Rafaela Aparicio.

Pasó por “Cine de barrio” en TVE

Después de pisar los platós de televisión, pasó una temporada sin trabajo y se volcó en otra de sus pasiones; la pintura actividad que compagina en la actualidad con el teatro.

Nacido en el sevillano barrio de San Lorenzo, a los 16 años comenzó sus estudios de interpretación. Sus comienzos los dio con la compañía Tabanque Caiceo. Abandonó su ciudad para buscar fortuna con la interpretación humor. Se marchó con 20 años a Madrid con el sueño de ser actor. Comenzó haciendo de extra, haciendo pequeños papeles. Siguió haciendo revista, un género desaparecido, cine, teatro... Durante un tiempo estuvo trabajando como figurante en el teatro Español, oficio que combinó con el de anticuario en el Rastro.

El humorista ha reconocido en alguna ocasión que Joaquín Arbide, impulsor del grupo Tabarque, fue fundamental en sus inicios como actor. “El teatro te permite estar cerca, muy cerca del público y supone la creación de algo mágico, efímero que te hace sentir verdaderamente, actor".

A sus 72 años, la palabra jubilación no cabe en su vocabulario. La sencillez y la humildad es su bandera.

A lo largo de su carrera, Caiceo ha participado en diversas obras de teatro y programas de televisión. Tras una dilatada carrera como actor y cómico, haciendo teatro, cine y televisión. Durante sus giras a ha compartido tablas con los artistas más importantes de nuestro país: Lola Flores, Rocio Jurado, Paquita Rico, Carmen Sevilla, Sara Montiel, Manolo Escobar... han  estado a su lado compartiendo momentos inolvidables en el escenario.

Relación con Manolo Escobar

Pero es con Manolo Escobar con quien ha compartido muchas galas y este le enseñó el valor de la humildad. A sus 72 años, considera que “llegar a la madurez no es un problema sino una satisfacción, estoy más sereno, más tranquilo, disfruto de la vida, vivo en mi tierra sevillana, lo que ya es un privilegio… Tengo a mi pareja. Nos entendemos muy bien, somos felices, qué más puedo pedir”, ha comentado en alguna entrevista.

Caiceo aprende el oficio de pintor de su maestro Ricardo Suárez. En un ejercicio de soledad en su estudio y libertad creativa desarrolla otros temas a través de collages que encuentran la inspiración en sus grandes pasiones: el mundo clásico, las antigüedades, la religiosidad popular…

Envuelve a sus pinturas con viejos marcos, resucitando así su uso, combinando la frescura de su obra con su amor por las antigüedades, oficio, el de anticuario, que ejerció durante sus 40 años en Madrid en la calle Bastero, en pleno Rastro de Madrid. Tras dejar atrás la capital de España abrió, en Sevilla, otra tienda de antigüedades en el sevillano barrio de La Alfalfa. Miguel Caiceo es hermano del Gran Poder, el Señor de Sevilla, una hermandad a la que tiene el humorista una gran devoción.

Caiceo maneja los pinceles con arte y compagina actualmente los la paleta de los colores con la interpretación. En esta última faceta le vemos protagonizar la obra 'El baúl de mis recuerdos', una historia sobre el Alzheimer que no deja indiferente a nadie. El teatro y la pintura siguen siendo sus grandes pasiones. "Tanto como actor como pintor tengo todavía muchas cosas que dar, hacer y aportar. En el teatro cada representación es diferente y es la magia que tiene, llena de emociones y contamos con la energía del público que muchas veces nos lleva en volandas". Como pintor lleva celebradas unas treinta exposiciones y recuerda con cariño que “uno de mis primeros cuadros me lo compró la duquesa de Alba. En aquella primera muestra ya vendí diecisiete cuadros…”.

Caiceo ha comentado en alguna ocasión: “Mi ídolo es Pablo Picasso, por su forma de ser y expresar el arte. Hago muchos collages, ahora me han encargado la portada de un libro, llevo doce años pintando sin parar, la pintura me ha salvado la economía, porque el mundo de la interpretación está muy difícil. Y en los pinceles he encontrado una forma de realizarme y distraerme, divertirme y expresarme".

El artista se inspira en la vida y en lo que le inquieta. En las personas a las que admira, como Lola Flores, Ana Belén, Antonio el Bailarín… Juega mucho con la abstracción, crea magia con los colores para que inquieten y gusten  sus obras.

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Miguel Caiceo.

En 2018 se mudó al Aljarafe, una comarca situada en la provincia de Sevilla. El nuevo hogar de Miguel Caiceo es una casa de dos plantas del XVIII que fue, profundamente, reformada en los años 20.

“Es una historia que lo mismo te hace reír, que llorar o emocionar. Nos hemos basado en la vida del padre de mi compañero de reparto, Manolo Medina, al que este cuido durante años. También preparé el personaje visitando centros con pacientes que sufren Alzheimer, he comido con ellos y los he cuidado, ha sido todo un aprendizaje. Mi papel es el de un actor que va perdiendo la memoria, pero, en lugar de contarlo como una tragedia, lo hemos enfocado con mucho equilibrio y una dosis de humor. Con mucho tacto para que nadie se moleste.”

El 30 de mayo de hace dos años recibió la Medalla de Oro de Sevilla. Un reconocimiento a su dilatada carrera como humorista. El premio se lo entregó el alcalde la capital hispalense Juan Espadas. El humorista y actor sevillano tiene claro que su jubilación se encuentra lejos: "Mientras Dios me ayude seguiré porque me siento muy bien".

Con motivo de la Guerra de Ucrania ha realizado una obra dedicada a este país, producto del dolor y del estupor que está suponiendo la guerra. La obra se puso a la venta y el dinero obtenido fue a parar a Caritas Ucrania.

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