19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El dramaturgo y guionista de cine y televisión comete una incorrección muy común en una época de polémica con el castellano vehicular

La SGAE contra la RAE: El presidente Antonio Onetti llama "miembras" a sus socias en una carta

Sede de la SGAE.
Sede de la SGAE.
Una carta dirigida a los socios de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), bajo la firma de su actual presidente, el dramaturgo y guionista de cine y televisión, Antonio Onetti, muestra un error muy común que viene además recogido en la RAE (Real Academia Española). La incorrección llega en un nuevo capítulo de la historia de la controvertida entidad, que coincide con la polémica servida tras la nueva ley Celaá.

Una carta dirigida a los socios de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) contiene un error muy común, que la RAE (Real Academia Española) recoge en sus trabajos. El escrito, firmado por el dramaturgo y guionista de cine y televisión Antonio Onetti, cae presa de los nuevos tiempos que consideran que el castellano debe incluir términos igualitarios, aunque vayan contra las normas esenciales de la Lengua. Onetti llama "miembras" a las socias de la SGAE, un término que inventa para ser políticamente correcto y que resulta ser lingüísticamente incorrecto para la Real Academia Española de la Lengua (RAE).

Onetti, que salió reelegido recientemente como presidente de la SGAE por unanimidad, firma la carta en cuestión. Su presidencia llega con un objetivo, que compartió a través de su página web: “[…] lograr una SGAE más plural, más eficiente, gobernada por las buenas prácticas”. Un capítulo nuevo dentro de una historia envuelta por la controversia dentro de la entidad.

Antonio Onetti.

Artistas como Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina abandonaron la SGAE, suponiendo un duro varapalo para la administración de, en aquel momento, Pilar Jurado, aunque el golpe definitivo vino cuando la discográfica Warner decidió huir también de la Sociedad General de Autores y Editores.

Incorrección de género

En la carta firmada, se alude en un primer momento  a sus trabajadores: “Estimado/a miembro/a”. Las intenciones son claras, tratando de hacer referencia a ambos géneros (masculino y femenino) sobre el papel. No obstante, y como recoge la RAE, miembro significa “individuo que forma parte de un colectivo. Normalmente se usa como epiceno masculino […], con independencia del sexo del referente”.

Carta a los socios de SGAE, firmada por Antonio Onetti.

En el supuesto caso de querer hacer explícito el sexo del referente, “se está extendiendo su empleo como sustantivo común en cuanto al género”. Esto es: “el/la miembro”, manteniendo en todo momento el sustantivo “miembro” intacto. Así, la incorrección radica en el término “miembra” utilizado por la SGAE al inicio del escrito para, posteriormente, utilizar el masculino como neutro: “los miembros”, “socios”.

Se trata de un error común que no ha estado exento de polémica en el pasado, que llega en esta ocasión en una época de todavía más polémica por la Ley Celaá de Educación y la posible remoción del castellano como lengua vehicular en la enseñanza.

La polémica del castellano y la RAE

La futura ley Celaá, la nueva Ley Orgánica de Educación, ha provocado que se manifiesten sentimientos opuestos en el país. Se incluye en ella una nueva enmienda, aprobada por el PSOE, Unidas Podemos y ERC, que promueve la exclusión del castellano como lengua vehicular en la enseñanza española. Una medida apoyada con 20 votos a favor, 16 en contra y con la abstención del PNV.

Esta supresión que cambia radicalmente lo expuesto en la actual Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMLOE) traería consigo la capacidad de los gobiernos autonómicos de elegir cuál sería su lengua vehicular en la enseñanza de su territorio, pudiendo relegar al castellano.

La RAE (Real Academia Española) emitió un comunicado al respecto, mostrando cierta preocupación sobre las deliberaciones acaecidas en el Congreso de los Diputados en referencia al uso de la lengua española: “La RAE confía en que el legislador no se desviará de la protección que el artículo 3 de la Constitución dispensa al español como lengua oficial del Estado que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho de usar".

Declaran su esperanza de que “el futuro texto legal no ponga en cuestión el uso del español en ningún territorio del Estado ni promueva obstáculos para que los ciudadanos puedan ser educados en su lengua materna y accedan a través de ella a la ciencia, a la cultura, o, en general, a los múltiples desarrollos del pensamiento que implica la labor educativa”.

En una potencia cultural como España, donde se conforma una comunidad en la que se integran “cerca de 600 millones de personas con capacidad para utilizar el español y más de 485 millones que lo tienen como lengua materna”, la RAE espera poder conservar el español. “[…] un bien de valor incalculable, que es patrimonio común de las naciones y los pueblos que lo usan como lengua de comunicación y de enseñanza, y obliga a todos los Gobiernos, especialmente el de España, a garantizar su conocimiento y libre utilización”, añaden.

Concluyen el comunicado asegurando que, “sin perjuicio del análisis crítico final que en su caso proceda", están a disposición del Gobierno y del legislador, a la espera de poder “prestar el asesoramiento que se considere necesario”.

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