25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Después de dos años apartada de la agenda de Zarzuela, la duquesa de Lugo acudirá el próximo martes a la entrega de unos premios de pintura

Felipe VI se acerca al Rey Emérito y permite a la Infanta Elena de nuevo presidir actos de Casa Real

La Infanta Elena vuelve a los actos de la agenda de la Casa Real. Tras más de dos años alejada de las funciones de representación de la Corona, la duquesa de Lugo presidirá el próximo martes una entrega de premios en el Palacio de El Pardo. Un regreso a la función pública que evidenciaría un acercamiento entre Felipe VI y su padre, el Rey Emérito, con quien la Familia Real mantenía distancia después de las polémicas surgidas en torno a su figura.

La Infanta Elena vuelve a los actos de la agenda de la Casa Real. Tras más de dos años alejada de las funciones de representación de la Corona, la duquesa de Lugo presidirá el próximo martes en el Palacio de El Pardo, en Madrid, la entrega de premios de la XXX Edición del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil para Centros Escolares de Patrimonio Nacional.

Un regreso a la función pública que evidenciaría un acercamiento entre Felipe VI y su padre, el Rey Emérito, con quien la Familia Real mantenía distancia después de las polémicas surgidas en torno a su figura.

De hecho, fue tras la llegada al trono de Felipe VI junto a Letizia Ortiz, cuando las Infantas Elena y Cristina desaparecieron del protocolo real y desde Zarzuela decidieron apostar por el núcleo duro como imagen de una nueva monarquía. Entonces, Felipe VI se mantuvo más tajante que su padre con respecto a su hermana Cristina, salpicada directamente por el escándalo del Caso Noos, uno de los grandes escollos que vivió el reinado de Juan Carlos I en sus últimos años. Para muchos, la gran perjudicada de este escándalo ha sido Elena, que ha seguido la misma suerte que su hermana sin aparecer en él.

Sin embargo, la Duquesa de Lugo sí ha protagonizado otros escándalos, como el pasado mes de marzo, cuando se filtró la noticia de que las Infantas se habían vacunado en Abu Dabi mientras visitaban a su padre, saltándose así el protocolo de vacunación que siguen el resto de los españoles. Zarzuela se negó a confirmar o desmentir la noticia argumentando que no eran Familia Real y que se trataba de un asunto privado de la familia del Rey. Sin embargo, la incorporación de nuevo de la Duquesa de Lugo en la agenda de la Jefatura del Estado hace que esa línea de separación vuelva a difuminarse.

Las relaciones entre la familia del Rey

Desde hace años la vida social de la Infanta Elena se ha aminorado. Lejos de tener un papel destacado bajo el reinado de su hermano, la Duquesa de Lugo se centra en su trabajo en la Fundación Mapfre y evita los actos donde vaya a acudir la prensa. La hípica y los toros siguen siendo sus grandes pasiones y es, en eventos de este tipo, donde los medios la suelen fotografiar con frecuencia.

Actualmente, mantiene un trato inmejorable con su padre Juan Carlos I, lo mismo que con su hermana Cristina, con la que se deja ver habitualmente en Madrid cuando ésta acude a la capital de España. También sigue fiel a sus amigas de siempre, como su prima María Zurita con la que sale a menudo.

Pero, sin duda, algo que ya no oculta la Infanta Elena es la nula relación con su cuñada la Reina Letizia. En febrero de 2019 elcierredigital.com desveló un incidente ocurrido unos meses antes en el Palacio de la Zarzuela.

La Infanta junto a los Reyes. 

Ese día los Reyes recibían a varios deportistas. A la cita acudió también doña Elena, tan vinculada desde su juventud al mundo del deporte. Tras la felicitación de la Reina a los deportistas se tomaron las fotografías oficiales de rigor. Uno de los invitados animó a la Infanta Elena a posar con ellos en la foto. Los allí presentes se quedaron de piedra al oír la tajante negativa de la Reina a que se tomara esa instantánea. “La Infanta se limitó a encogerse de hombros. Finalmente posó con los invitados para una foto particular tomada con un móvil”, cuenta a Elcierredigital.com un periodista que asistió a esa recepción.

La relación entre la Infanta Elena y la Reina consorte es mala desde hace años. Es difícil poner una fecha de inicio a su deterioro, pero para los medios de comunicación es el verano de 2007. Ese es el momento cumbre donde se hace público algo que ya era evidente: la mala relación entre la entonces Princesa de Asturias y sus cuñadas.

La periodista Carmen Rigalt, cronista durante años de los veranos reales, fue la primera en poner negro sobre blanco a las desavenencias existentes entre las féminas de la Casa Real. Lo hizo desde las páginas de El Mundo y en Zarzuela no gustó.

Otra conocedora de los temas zarzueleros, la escritora Pilar Eyre, ahondó más en el tema y explicó el peculiar juego de damas que se estableció en la Corte con la llegada de Letizia Ortiz. Según Eyre, la experiodista televisiva vio peligrar el futuro acceso de su marido al trono ante la errática situación que vivía la corona en los últimos años de reinado de Juan Carlos I. Letizia apostó por su marido y, sobre todo, por su hija Leonor, la niña que algún día se sentaría en el trono de su abuelo. Esta toma de posición rompía el status quo en Zarzuela y no gustó para nada ni a Elena ni a Cristina.

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