La vuelta del rey emérito Juan Carlos I a la vida pública: toros, comidas y paseos
Reapareció el 14 de agosto después de hacerse pública las grabaciones con la aristócrata Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
El rey emérito Juan Carlos I apareció de nuevo en público en la tarde del 14 de agosto en su cita anual con los toros de la Semana Grande donostiarra. Se pudo volver a ver al monarca después de que se hicieran públicas las grabaciones con la aristócrata Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Juan Carlos se dejó ver durante la corrida de la ganadería Victoriano del Río, en la que estuvieron presentes los maestros Enrique Ponce y Roca Rey. Antes de eso Juan Carlos estuvo comiendo en el restaurante Arzak con su hija, la Infanta Elena. El monarca estuvo con ella, pero sin rastro de sus nietos Froilán y Victoria Federica, algo impropio del rey emérito, pues siempre aparecía con ellos en Illumbe.
A Juan Carlos I no se le había visto en algún acto público desde que salieran a la luz las grabaciones en 2015 del excomisario José Manuel Villarejo, el cual está en prisión. En estas grabaciones el monarca hablaba con Corinna y en ellas se recogían datos como cuentas en Suiza que tenía el Rey, algunas de las cuales figuraba ella como testaferro.
Juan Carlos no había mostrado su rostro desde que a finales del mes de julio anunciara que no acudiría a las tradicionales vacaciones de la Familia Real en Mallorca, donde se suponía que iba a participar en la Copa del Rey de Vela en Palma, por lo que surgieron especulaciones sobre su no presencia. Entre ellas la de evitar su exposición pública. Aunque la más acertada parece ser que tenía problemas en su muñeca debido a una lesión que le había generado problemas musculares en la zona cervical y lumbar.
Por otra parte, Juan Carlos estuvo disfrutando de la corrida en uno de los palcos del coso de San Sebastián. Al llegar a la plaza, cuando el padre del actual monarca, Felipe VI, apareció con su hija Elena en el burladero número 2, fueron recibidos con aplausos por parte del público. Pero antes de presentarse en Illumbe, el monarca y su hija pasaron por el restaurante Arzak, el cual está regentado por dos eminencias de la cocina como son Juan Mari Arzak y su hija Elena. Es costumbre para Juan Carlos y los demás miembros de la Familia Real acudir a los restaurantes más famosos de la zona. El año pasado estuvieron en el restaurante de la calle Paseo de Igeldo, Rekondo, y en 2017 en el restaurante Zuberoa, ubicado en el municipio guipuzcoano de Oiartzun.
Siguiendo la tradición, Juan Carlos I degustó un menú de nueve platos en el restaurante de Arzak, donde se fotografió con Elena Arzak. La carta incluía bogavante con telar de plátanos y puerro, chipirones de anzuelo en su tinta, lomo de merluza en salsa verde con almejas, vacuno con té verde y, de postre, chocolate y quesos. Estos platos fueron acompañados por dos tipos diferentes de vinos.
Estas últimas actuaciones del rey emérito en el País Vasco hacen pensar que su vida podría haber vuelto a la ‘normalidad’.
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