Última hora de Javier, el hijo de Makoke que ha estado en urgencias: 'Un desastre'

Se han encendido todas las alarmas alrededor de Javier Tudela, hijo de Makoke. Y todo a raíz de una preocupante publicación que compartió hace unos días en su perfil de Instagram: “Me voy a urgencias… Soy un desastre”.

Fue el pasado viernes, 21 de marzo, cuando Javier tuvo que acudir de urgencia a un centro médico tras sufrir un accidente doméstico. Tal y como él mismo aseguró, se trataba de uno de los percances más habituales, pero también de los más aparatosos que ha experimentado en toda su vida.

Así mismo, lo ha compartido con sus seguidores en redes sociales: “Por petición popular y, sobre todo, por petición de Marina, me voy a urgencias. Soy un desastre”. Además, el hijo de Makoke no tuvo ningún problema en dar más detalles sobre su último percance.

Según confirmó el propio Javier Tudela, tuvo que acudir al hospital tras haberse “rebanado el dedo” con un cuchillo. El joven estaba intentando pelar una naranja cuando se cortó la yema del dedo gordo de la mano.

Javier Tudela desvela una última hora de su visita a urgencias

Sin embargo, lo más curioso de esta historia es que Javier ni siquiera iba a comerse esta pieza de fruta. Y es que solo quería añadir un toque de sabor a un mate que estaba preparando. Finalmente, y tras conocer el desenlace de esta historia, todo apunta a que el hijo de Makoke no pudo disfrutar de esta bebida.

Aunque su vida no estaba en peligro, la situación generó cierta alarma en su casa. Tanto es así que, aunque en un principio se colocó una tirita sobre la herida, al ver que la hemorragia no cesaba, supo que debía acudir a urgencias.

No obstante, y como al final todo se ha quedado en un pequeño susto, Makoke sigue en Honduras y ajena al accidente doméstico que ha sufrido su hijo. Por su parte, Javier Tudela quiso enfatizar en sus redes sociales lo grave que fue el corte que sufrió.

Según aseguró Javier Tudela, no se trata de una percepción personal, sino de la opinión de los médicos que lo atendieron y a los que, según él, les debe la vida:

“Hoy es el típico día en que sabes que no deberías venir al gym. Primero, por la baja de cuatro días que me han dado por el corte en el dedo y, segundo, porque cada día tengo más dolor en el antebrazo”. Ahora, a Javier solo le queda guardar reposo hasta que su herida se cure por completo.