
La reina Camila asume la realidad y se despide: Carlos III está a su lado
Los monarcas británicos, Camila y Carlos III, dan su último adiós al Papa Francisco tras su fallecimiento
La noticia del fallecimiento del Papa Francisco el 21 de abril de 2025 ha conmocionado al mundo entero. Reconocido por su labor como líder espiritual y su dedicación a la humanidad, su partida deja un vacío profundo. El rey Carlos III y la reina Camilla compartieron un emotivo mensaje de despedida, destacando el impacto que el Papa tuvo en sus vidas y en el mundo.
El recuerdo de un líder espiritual
En su comunicado, Carlos III rindió homenaje al Papa Francisco, recordándolo como un "símbolo de compasión", un hombre que dedicó su vida a la unidad y al cuidado del planeta. “Su santidad será recordado por su compasión, su preocupación por la unidad de la Iglesia y su incansable dedicación a las causas de los que comparten la fe”.

Para Carlos III y Camilla, este adiós es aún más significativo debido a su reciente encuentro con el Papa en Roma. Aunque sabían de los problemas de salud del pontífice, la noticia de su muerte fue un golpe inesperado. La oportunidad de haberlo visto hace poco en una reunión especial hizo que su partida fuera aún más emotiva para la pareja real.
Un legado de esperanza y unidad
El mensaje de la reina Camilla coincidió con el de su esposo, recordando la profunda influencia del Papa Francisco en la vida de todos. Ambos reyes británicos destacaron su legado de amor por el prójimo y su dedicación a la paz. La admiración por su trabajo no solo se limitó a su papel dentro de la Iglesia, sino también a su lucha por la unidad y la solidaridad global.
El encuentro reciente en el Vaticano fue, sin duda, un momento muy especial para los reyes, quienes resaltaron la importancia de ese último adiós. Camilla y Carlos III expresaron su gratitud por haber tenido la oportunidad de estar cerca de él y de haber compartido unas palabras en ese encuentro tan significativo.

La salud del Papa Francisco y su partida
A pesar de su salud deteriorada en los últimos meses, el Papa Francisco mantuvo su compromiso con la Iglesia y el mundo. En su último Domingo de Resurrección, logró dar la bendición ‘Urbi et Orbi’, mostrándose fuerte y esperanzado. Sin embargo, al día siguiente, su salud empeoró y falleció rodeado de oraciones y amor, dejando atrás un legado imborrable.
Su partida marca el fin de una era para la Iglesia Católica y para el mundo. Su enfoque en la compasión, el cuidado del medio ambiente y su lucha por la paz global siguen siendo un modelo a seguir para todos. A través de sus acciones, el Papa Francisco demostró que el liderazgo espiritual no solo se trata de palabras, sino de hechos que transforman vidas.
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