Marta Chávarri vuelve: La verdad tras las imágenes que impactaron.
El 14 de febrero de 1989 salía a la luz el romance entre la exmarquesa de Cubas y Alberto Cortina.
Este pasado domingo la figura de la socialité madrileña y entonces marquesa de Cubas, MartaChávarri, volvió a la actualidad. Lo hizo en el espacio televisivo ‘Anatomía de’, presentado por la comunicadora Mamen Mendizábal, que recordó uno de los escándalos políticos, financieros y sociales de la década de los noventa en España.
Un escándalo que saltó a la palestra mediática el 11 de febrero de 1989 gracias a unas fotografías que ocupaban la portada de la revista Diez Minutos. En ellas se veía a la modelo, casada con Fernando Falcó, el marqués de Cubas, saliendo del Hotel Palais Schwarzenberg de Viena junto al empresario Alberto Cortina, casado a su vez con la empresaria Alicia Koplowitz.
Aquellas fotografías no solo confirmaron el romance extramatrimonial que ambos mantenían sino que dieron paso a un escándalo que también salpicó las páginas 'salmón' económicas. Además, supuso la exposición definitiva de lo que se conocía como la ‘beautiful people’.
Aquel grupo, que acumulaba poder, dinero y glamour, aupó lo que se conoce comola ‘España del pelotazo’, sobrenombre de los negocios rápidos y muy rentables de los años inmediatamente anteriores a la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Una nueva clase social que fundía los elementos más horteras del capitalismo salvaje de los ochenta americanos con el aire de nuevos ricos del círculo poderoso que rodeaba al PSOE.
El pasado 21 de julio de 2023 la modelo fallecía a los 62 años víctima de un infarto cerebral. Tan solo cuatro meses antes había ejercido de madrina en la boda de su hijo Álvaro Falcó, hoy marqués de Cubas, con la empresaria Isabelle Junot y varias semanas antes de su fallecimiento la socialité se había convertido en abuela de la pequeña Phillipa, un hecho que, según pudo saber elcierredigital.com, “le había llenado de vitalidad”.
La joven que soñaba con ser portada
Marta nació el 1 de agosto de 1960. Hija del diplomático Tomás Chávarri y de Matilde Figueroa, hija del Marqués de Santo Floro y, por lo tanto, hermana de Natalia, la mujer del cantante Raphael. Debido a la profesión de su padre, pasó su infancia y adolescencia en distintos países, como Estados Unidos o Suiza. A los 17 años se instaló en Madrid y repartió su tiempo entre algún romance rápido y las fiestas de los cachorros de la jet madrileña. Fue en 1982 cuando se casó con Fernando Falcó, entonces marqués de Cubas y con quien tuvo a Álvaro, su único hijo.
La joven Chávarri soñaba con acaparar portadas y ser una estrella mediática, como, según cuentan medios de comunicación de la época, su entonces cuñada Isabel Preysler, casada con el marqués de Griñón, hermano del marqués de Cubas de quien se divorció en 1990. Posteriormente, emprendió una aventura empresarial montando una tienda de objetos de hogar. Marta se convirtió en la chica de moda e incluso de la comparó con la princesa Diana de Gales, y hasta recibió ofertas para hacer cine.
En 1988 la joven se hizo con el título de Lady España, que recibió de la mano de la duquesa de Alba en el marco de la extinta discoteca KU de Ibiza, y se consagró como una de las ‘reinas’ de la crónica social nacional. Además, ese mismo verano, llegó una nueva ilusión a su vida: El empresario Alberto Cortina, una de las grandes fortunas del país, casado desde hacía años con Alicia Koplowitz.
El escándalo que dinamitó a la beautiful people
A finales de enero de 1989 la relación entre Cortina y Marta ya era casi pública. Toda España era consciente de la infidelidad de Cortina. Las fotos de la pareja saliendo furtivamente del hotel Palais Schwarzenberg de Viena, publicadas por la revista Diez Minutos, hicieron que la vida económica española se trastocase por completo. Para algunos ya para siempre.
Sin embargo, la historia de estas imágenes empezó unos meses antes con visos de culebrón. El 13 de diciembre de 1988, la víspera de la primera huelga general de la democracia, los fotógrafos de EFE Manolo Agustín, Paco Bartolomé (que acababa de fichar por ¡Hola! para incorporarse de inmediato) y Carlos Pesce, consiguen las fotos de la pareja saliendo de su nido de amor en los Apartamentos Galaxia, en la Ciudad Universitaria de Madrid, que solían ser utilizados en esa época por aquellas parejas que querían cometer una infidelidad sin ser descubiertos.
Sin embargo, estas fotos nunca se publicarían. Según los medios de comunicación de la época, Manolo Agustín supuestamente 'traicionó' a sus compañeros y se las vendió al propio Cortina, que ya había sido avisado de que las fotos circulaban por las redacciones. Según algunas fuentes consultadas por elcierredigital.com, el financiero desembolsó 13 millones de pesetas de la época.
Había muchos intereses en juego, pero ya se dejó ver la sombra alargada de algunos enemigos de "los Albertos", como Mario Conde o Javier de la Rosa. Las fotos que sí se publicaron acabaron con la fusión de Cartera Central y provocaron el divorcio posterior de los primos de las famosas hermanas Koplowitz. Las fotos consiguieron apartar a ‘los Albertos’ del poder en la empresa que las hermanas Koplowitz heredaron de su padre Ernesto Koplowitz: Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).
Rosa Villacastín, en su libro El club de las "santas" (1993), habla de cómo las fotos de Diez Minutos provocaron un cambio drástico en las negociaciones de Cartera Central y que antes de llegar a la revista ya habían llegado a los miembros del Consejo de Administración de FCC por parte de un enemigo de los primos, y no las de Interviú como sostiene Durán en su libro.
Jesús Locampos, entonces director de la publicación que sacó a luz las fotos, contó hace años al director de este periódico, Juan Luis Galiacho, en el transcurso de una entrevista radiofónica, cómo fueron las presiones que recibió: “Cortina intentó por varios intermediarios parar la edición de la revista; por otro lado, los fotógrafos estaban escocidos por el tema frustrado de sus fotos no publicadas en diciembre; y muchos no querían nada bueno para "los Albertos" y se chivaron del viaje a Viena”.
El escándalo fue muy fructífero para los medios de comunicación. Logró que la prensa económica se diera la mano con la del corazón, que a partir de entonces vivió un momento glorioso, su década dorada. Los miembros de la beautiful people quedaron al descubierto, en un baile de parejas para regocijo del público lector: los banqueros se liaban con marquesas y los ministros con aprendices de vedettes. Sus historias ocupaban ya todas las portadas. La saga Koplowitz y sus secretos familiares llenaron muchas líneas, tanto como su conflictivo divorcio que acabó en armisticio amistoso en 1992.
‘Lo nunca visto de Marta Chávarri’
En el caso de Marta Chávarri, su fantasía de ser la reina del papel couché se trastocó. Pero aún quedaba lo peor por llegar. Si la portada de Diez Minutos puso su vida patas arriba, la de Interviú la convirtió en carne de escándalo. Bajo el título ‘Lo nunca visto de Marta Chávarri’, en la portada de la cabecera, publicada el 14 de febrero de 1989, Marta aparecía vestida con un look ‘total sport’ de lo más ochentero: body en color morado y leggins en tono amarillo.
No obstante, de la totalidad del reportaje llamó la atención una fotografía que mostraba a la joven con un jersey en fuerte tono anaranjado y con un collar de perlas de tres vueltas, pero sin ropa interior.
Las imágenes habían sido tomadas meses antes, en la primera fiesta que se celebraba en Madrid a la vuelta del verano. Era en la discoteca Mau-Mau, en los bajos del Hotel Eurobuilding. Estaba "el todo Madrid", desde Carmen Martínez-Bordiú hasta el policía José Amedo, entonces implicado en el Caso GAL. Interviú consiguió un nuevo récord de ventas, pero Marta Chávarri cambió desde entonces su relación con la prensa. Una década después una sentencia ha convertido la mítica portada en irreproducible.
Marta después del escándalo
Cortina y Chávarri se casaron en diciembre de 1991, pero su matrimonio duró poco ya que seis años después de divorciaron. Desde entonces Marta se alejó de los medios de comunicación aunque fue protagonista de varios reportajes para revistas como ¡Hola!, normalmente por haber iniciado supuestos romances con personajes como Phillipe Junot, padre de la hoy marquesa de Cubas.
A partir de aquel momento, Marta se alejó del foco mediático. Rehuía de los medios de comunicación. Hasta su fallecimiento residió en su piso del barrio madrileño de Salamanca. Y ha sido precisamente el escándalo mediático por el que Marta desapareció del foco, el que ha devuelto a la entonces marquesa de Cubas a la actualidad.
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