Maite Zaldívar: de 'Miss Autoescuela' a actriz de cine.
La exesposa de Julián Muñoz actuó en 1974 en 'Hold-Up', película con N. Delon sobre corrupción.
Desde hace un par de semanas preocupa el estado de salud del ex alcalde de Marbella Julián Muñoz. Y, es por ello que desde elcierredigital.com nos hemos intentado poner en contacto con él en varias ocasiones para conocer, de primera mano, su estado de salud sin éxito.
Desde que saliera del Hospital Costa de Sol donde había permanecido ingresado durante 15 días debido a una insuficiencia respiratoria grave, su entorno más cercano se ha blindado en torno al cuidado del que fuera pareja de la tonadillera Isabel Pantoja. Tanto sus hijas Elia y Eloísa como su ex mujer Maite Zaldívar se encuentran pendientes de la evolución del estado de Muñoz.
Y, precisamente, en la noche de este viernes el programa ¡De Viernes! emite en Telecinco una entrevista con la ex pareja del alcalde del municipio malagueño. Una intervención en la que Zaldívar habla de la última hora del estado de su exmarido así como de si ha la cantante de 'Se me enamora el alma' se ha puesto en contacto con su familia para conocer su evolución.
En la actualidad, Maite se encuentra volcada en el cuidado de su exmarido, y la entrevista en el espacio presentado por Santi Acosta, ya ha generado una gran expectación a pesar de que siendo una de las figuras más conocidas de la crónica social nacional, son muchos los aspectos desconocidos sobre su pasado.
De Miss Autoescuela al cine
Maite nació en la provincia de Castellón de la Plana en mayo de 1957, hija de un guardia civil y de una ama de casa. A mediados de los 70 intentó triunfar en la industria del cine. En 1973 consiguió el título de belleza 'Miss Autoescuela'. El mundo de las autoescuelas no le era desconocido a Maite ya que, según contaron los medios de comunicación de la época, el hombre con el que tuvo a su hija mayor, Elia, era presuntamente el dueño de una academia para aprender a conducir en Ronda.
Maite, ya con la banda de 'Miss Autoescuela', probó suerte en el mundo del cine. Eran los años en los que se iniciaba, tímidamente en España, la moda del cine calificado S y del destape. Eran los años de las dobles versiones en las salas de cine y de los atrevidos top-less. Una época en la que reinaban en las carteleras cinematográficas estrellas del destape como Nadiuska, Bárbara Rey, Susana Estrada o Agata Lys.
Maite debutó en este cine de los 70 en la película 'Hold-Up, instantánea de una corrupción'. Un hecho que años después marcó su vida. En este filme, dirigido por Germán Lorente y protagonizado por la francesa Nathalie Delon, más conocida por su matrimonio con el astro francés Alain Delon, se puede ver a Maite apareciendo en una secuencia junto a otras jóvenes modelos que posan para un fotógrafo y acaban desprendiéndose de la camisa que les cubría.
Maite intervino todavía en una obra más en su carrera cinematográfica. Fue en Pepita Jiménez. Un singular filme de esa España de los 70, que adaptaba la novela clásica de Juan Valera, y que lo vio poca gente aunque generó un gran escándalo al ser secuestrada la película por orden judicial por impagos de su productor, el conocido play-boy venezolano Espartaco Santoni. Un popular actor que llegó a España de la mano de su matrimonio con Marujita Díaz. Pero en ese momento de producir la película, estaba casado con Carmen Tita Cervera. Y curiosidades del destino, Santoni acabaría siendo uno de los referentes de la jet set marbellí.
En esa década de los setenta, tras haber probado suerte en el mundo del cine, y según contaban los medios de comunicación de entonces, Maite Zaldívar "comenzó a trabajar como camarera en el bar de top-less La Poupee, en la calle Silva, de Madrid". Estos mismos medios también revelaron que, en ese local Maite, como el resto de chicas que trabajaban en él, servía canapés a los clientes.
Precisamente, según contó en 2014 el propio Julián Muñoz en sus memorias La cruda verdad, la pareja se conoció en ese local, al que Julián, que entonces decía estudiar medicina en Madrid, acudía como cliente.
Luego, tras casarse, la pareja se trasladó a la localidad de San Martín de Valdeiglesias, a unos 75 kilómetros de Madrid, desde donde ya entrados los años 80 se mudaron a Marbella para abrir un bar, que ellos regentaron.
Su llegada a Marbella
Tal y como se desveló en la docuserie de Julián Muñoz 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad', ni Maite ni Julián tenían mucho dinero al conocerse y decidieron invertir sus ahorros en Marbella abriendo un local que se llamó Maite I. Un tiempo después, contando con aproximadamente 400.000 pesetas que tenían entonces, decidieron inaugurar un nuevo establecimiento en Puerto Banús, donde comenzaron ofreciendo comidas para los obreros bajo el nombre de Maite II.
Todo cambiaría para la pareja cuando en 1989 su restaurante acogió la comida de todos los hombres de Jesús Gil y Gil con los que preparaba su nuevo partido –Grupo Independiente Liberal–, donde Julián Muñoz y Maite Zaldívar entablaron amistad con José Luis Giménez –mano derecha de Gil–. De esta amistad surgió la propuesta de incluir a Maite en su lista de partido como concejal de Fiestas, que esta rechazó y ofreció a Julián Muñoz. A partir de entonces el local de Julián y Maite empezaron a encargarse de las barras y la organización de las fiestas de Gil.
Todo cambiaría para la pareja cuando en 1989 su restaurante acogió la comida de todos los hombres de Jesús Gil y Gil con los que preparaba su nuevo partido –Grupo Independiente Liberal–, donde Julián Muñoz y Maite Zaldívar entablaron amistad con José Luis Giménez –mano derecha de Gil–. De esta amistad habría surgido la propuesta de incluir a Maite en su lista de partido como concejal de Fiestas, que esta rechazó y ofreció a Julián Muñoz. A partir de entonces el local de Julián y Maite empezaron a encargarse de las barras y la organización de las fiestas de Gil.
En 1991 Jesús Gil quería que Maite Zaldívar ingresara en su partido político GIL (Grupo Independiente Liberal), pero ella insistió en que fuera su marido Julián Muñoz el que fuera en las listas del partido –creado ad hoc por el polémico expresidente del Atlético de Madrid–.
El final de la relación y el desenlace entre rejas
El sueño marbellí de Maite y Julián se rompió a partir del acceso a la alcaldía de Muñoz. En ese periodo, la Justicia investigó cohechos y sobornos recibidos. Propiedades y dinero, que fueron blanqueando para hacerse con un importante patrimonio. Fue a partir de finales del año 2002 y principios del 2003 cuando Julián Muñoz comenzó a desprenderse de los fondos que mantenía ocultos hasta entonces en el extranjero, preferentemente en Suiza, haciéndoselos llegar tanto a su todavía mujer y familia como a su por entonces compañera sentimental, la tonadillera Isabel Pantoja.
En un primer momento, Julián Muñoz se valió para dar salida a los fondos generados, y de procedencia presuntamente delictiva, de su entonces mujer Maite Zaldívar, de sus hijas y de su cuñado Jesús Zaldívar, que se convirtió en su presunto 'valedor'. Para hacerle llegar el dinero a Maite, Muñoz se valía de una sociedad interpuesta denominada “Meja INC”, inscrita en el estado norteamericano de Delaware. Una vez constituida la sociedad Meja INC, Maite Zaldívar y su hermano Jesús habrían abierto otras dos cuentas bancarias más: una, en Gibraltar, en la entidad Credit Suisse; y, la otra, en Marbella, en la entidad Cajamar.
Así, desde Suiza se hizo transferir el dinero hacia las dos cuentas abiertas en España. Primero, vía Gibraltar, y desde allí a Marbella, donde llegaron, al menos, 577.000 euros. Es decir, de los datos conocidos quedaba un resto de 314.000 euros sin aparecer, de los cuales una gran parte la Justicia pensó que estaban aún en Suiza y otra pequeña parte en Gibraltar, según la investigación policial.
El dinero, una vez en la cuenta de Cajamar en Marbella, era sacado a través de reintegros en efectivo para, acto seguido, efectuar otra imposición simultánea en otras cuentas controladas por los hermanos Zaldívar, abiertas también en la misma sucursal bancaria de Cajamar.
Así se realizaron 112 apuntes, de octubre de 2003 a mayo de 2006, de retirada de las cuentas de Meja INC por valor de 601.016,79 euros y un valor de abono en las otras cuentas de los Zaldívar por 601.100,90 euros. Es decir, todo cuadra.
Entre las sociedades utilizadas por Maite Zaldívar para incrementar su patrimonio se usaron Outdoor Aventure SL, Alabama Consulting SL, Batua SA y Senior Servicios Generales Madrid SL. Esta última sociedad era propiedad del conocido constructor José Miguel Villarroya. Sin embargo, tan sólo tres meses después de su constitución, en marzo de 2000, se vendió a Maite Zaldívar por tan sólo 3.500 euros (100 participaciones a 35 euros cada una), que pagó con un dinero que le dio su exmarido Julián Muñoz.
La compra de las participaciones sociales de Senior Servicios Generales Madrid SL llevó consigo la adquisición de las propiedades que pertenecían a esta sociedad, entre ellas una vivienda de 113 metros cuadrados, con dos garajes y trastero, situada en la Avenida Ricardo Soriano, número 12, de Marbella. De este modo, se hicieron, a precio de ganga (3.500 euros), con dichos inmuebles.
Además, el día antes de la adquisición de las participaciones de Senior por parte de Maite Zaldívar se canceló la hipoteca que había sobre el referido inmueble, por lo que la transmisión de la vivienda se hizo libre de todo tipo de cargas.
Según la Fiscalía, se trataba de una contraprestación económica que le hizo el empresario Villarroya a Muñoz en pago de los favores recibidos por éste en sus actuaciones como alcalde y como regidor de algunas empresas municipales sobre las que había facturado ingentes cantidades el constructor.
El patrimonio inmobiliario de Julián Muñoz y Maite Zaldívar, adquirido gracias a estos fondos presuntamente ilícitos, se completó con un chalé inscrito a nombre de sus hijas, Eloísa Muñoz Zaldívar y Elia Muñoz Zaldívar, ambas sin ingresos conocidos. El chalé se ubicaba en la urbanización “Las Petunias”, de Marbella, luego vendido, y que fue adquirido a la empresa Azalea Beach, del constructor Villarroya. La adquisición de esta vivienda fue muy rentable para Muñoz y su esposa ya que no pagaron por ella ninguna cantidad, ya que todo el precio se pagó mediante subrogación del préstamo hipotecario. Además Azalea Beach pagó el IVA correspondiente a la transmisión operada.
Por estos hechos, Maite Zaldívar fue condenada a pagar una multa de más de dos millones de euros y a dos años y seis meses de prisión. Sin embargo, la exmujer de Julián Muñoz logró el tercer grado en poco tiempo y, tras haber protagonizado diversos regresos a los platós de televisión donde explicó toda su historia ahora regresa a la pequeña pantalla y se sienta en el plató del espacio televisivo ¡De Viernes!.
Más noticias: