Los precedentes del 'Merlosplace': De Marta López a Marta Chávarri hasta Mar Flores
En los 90 la prensa política y económica se llenó de culebrones donde se mezclaban intereses de poder con sentimientos
Marta López y su ruptura con Alfonso Merlos con la infidelidad con Alexia Rivas de por medio se han convertido en los protagonistas de la crónica rosa y, de refilón de la política. Este crossover entre política y corazoneo, no es la primera vez que se da. Marta Chávarri, Mar Flores y Gema Ruiz fueron pioneras.
Con nombre de mujer: Marta Chávarri y Mar Flores
Una morena y una rubia pusieron, con diez años de distancia, patas arriba la vida de unos cuantos personajes notables del reino. Marta Chávarri y Mar Flores. Mar y Marta. Tanto monta, monta tanto. Dos portadas rosas, de manera involuntaria cambiaron la línea de la trayectoria que se habían marcado. En su vida hay muchos paralelismos. Además, las revistas Diez Minutos e Interviú cambiaron sus vidas.
En enero de 1989, Marta Chávarri era captada saliendo de un hotel de Viena junto al empresario Alberto Cortina, casado en ese momento con Alicia Koplowitz, la revelación en su momento de que tenían una relación supuso el divorcio de los empresarios y el inicio de una guerra sin cuartel por el patrimonio familiar. Cortina, además, junto a su inseparable primo Alberto Alcócer, el otro "Alberto", estaban inmersos en una guerra financiera para una gran fusión bancaria que iba a revolucionar España. Una unión de la que saldría "Cartera Central", con el Banco Central de Alfonso Escámez y teniendo al incipiente Mario Conde, entonces al frente de Banesto, como principal contrincante.
Lo peor llegó con Interviú. Si la portada de Diez Minutos puso su vida patas arriba, la de la revista del Grupo Zeta la convirtió en carne de escándalo. Bajo el título ‘Lo nunca visto de Marta Chávarri’ la revista mostraba la joven cubierta con un jersey en fuerte tono anaranjado y con un collar de perlas de tres vueltas. Pero lo más llamativo era que la mostraba sin ropa interior. No la llevaba para no dejar la marca bajo el ceñido vestido. Pensaba que con los panties no era necesario, pero los potentes flashes de las cámaras iluminaron las zonas oscuras y dejaron al descubierto toda su pilosa intimidad.
Cortina y Marta se casaron en 1991 y se divorciaron cuatro años más tarde cuando en la vida del empresario se cruzó otra joven mujer, Elena Cué, hoy convertida en su flamante tercera esposa y experta en arte. Cuando Elena comenzó a salir en las revistas el reinado rosa de Marta estaba tocando a su fin en favor de otra madrileña: Mar Flores.
Tras un breve matrimonio con el italiano Carlo Costanza, con el que tuvo un hijo, Mar Flores dio el salto a la verdadera fama tras iniciar un romance como el empresario Fernando Fernández Tapias. El naviero gallego llegó a ser presidente de la Comisión del Mercado de Valores y en la actualidad es vicepresidente del Real Madrid. El empresario dejó a su segunda esposa para unirse a la polémica modelo. Él la introdujo en los ambientes del poder y le presentó a personas poderosas e influyentes como Luis María Ansón, Alberto Ruiz Gallardón, entonces presidente de la Comunidad de Madrid o Eduardo Zaplana, presidente de la Comunidad Valenciana.
También en ese momento de su vida consiguió la de Usera cumplir un sueño largo tiempo acariciado: Debutar como actriz de cine. Fue en Resultado final. El film estaba dirigido por uno de los genios del cine español: Juan Antonio Bardem. Él llevaba años buscando financiación y el precio a pagar fue que Mar fuese la protagonista.
La película resultó todo un fracaso. Tanto que algunos críticos la acabaron llamando Resultado fatal. Un título premonitorio para su relación con Fernández Tapias. Al estreno del filme ya acudió con su nuevo acompañante: Cayetano Martínez de Irujo, el Conde de Salvatierra, el hijo de la Duquesa Cayetana. El estreno tuvo también su anécdota polémica: alguien pintó los carteles de la película en plena Gran Vía escribiendo “puta” la noche antes del estreno.
La relación entre el Conde y la modelo no gustaba nada a la Duquesa, aunque éste la impuso e incluso estuvo en la boda más sonada del momento: la que unía a Fran Rivera con Eugenia Martínez de Irujo en la catedral de Sevilla. Una asistencia que muchos interpretaron como un triunfo de Mar. Dos meses después todo cambiaría.
Enero de 1999, una portada de Interviú puso patas arriba los cenáculos de la alta sociedad y de la farándula en nuestro país. ¿Qué contenía la imagen? No había ningún desnudo. No hubiera tenido nada de particular si Mar Flores y Alessandro Lequio no fueran protagonistas entonces día sí y día también de las portadas del cuore. Las fotos habían sido tomadas dos años antes. Ambos tenían pareja, pero la España profunda de final de milenio la crucificó solo a ella por la supuesta infidelidad.
La publicación de las fotos en Interviú fue el escándalo del momento y la vida de los implicados cambiaría radicalmente. Mar sufrió un ataque de ansiedad y Cayetano se mantuvo a su lado, pero finalmente la relación se rompió.
Veinte años después, la vida de todos los protagonistas ha cambiado. Lequio vive alejado de las portadas, Fernández Tapias se casó con una ex amiga de Mar, Nuria González, y la propia Flores vive hoy una relación de idas y venidas con el millonario mexicano Elías Sacal y sueña con volver al cine. Tras el escándalo vivió años alejada de los medios tras su matrimonio con un antiguo novio de juventud, Javier Merino, dueño de Fortuny, con el que volvió a ser madre y tuvo unos años de estabilidad sentimental. Una Mar Flores muy distinta de aquella joven que acabó siendo protagonista, y víctima, de una red de venganzas cruzadas.
Un cuerno a la derecha
Con la llegada de José María Aznar al poder en 1996 la vida de sus ministros empezó a interesar a las revistas del corazón que incluso llevaban a portada que se casaran con mujeres. Sin duda alguna, el que más llamó la atención fue Francisco Álvarez Cascos.
Fue en 1996 cuando se divorció oficialmente para unirse con una joven militante del Partido Popular en Córdoba: Gema Ruiz Cuadrado. Gema y Paco iniciaron una relación que hizo las delicias de las revistas del corazón. El político y la joven estudiante de derecho se conocieron en un mitin en la ciudad natal de ella. Por esos días, Gema preparaba la boda con su novio de toda la vida. En unos días la andaluza suspendió el compromiso y se fue a vivir con el político a Madrid.
La boda entre Paco Cascos y Gema Ruiz, celebrada seis meses después se convirtió en todo un acontecimiento recién llegado el PP al Gobierno de España. Manuel Fraga Iribarne se negó a acudir. Una boda civil no estaba bien vista en el partido conservador y, además, a muchos no les gustaba que uno de sus militantes ocupara las portadas de las revistas del corazón con asiduidad. Algo que recordaba a los escándalos de los últimos años del Gobierno de Felipe González.
Los mejores cronistas sociales, desde Maruja Torres hasta Carmen Rigalt, convirtieron al matrimonio Cascos en uno de sus principales objetivos y fueron muchos los que señalaban las incoherencias en las que incurría el entonces ministro en su vida privada.
En 1981, cuando en el Congreso de los Diputados se debatía la Ley del Divorcio, fue el asturiano quien, como diputado por Alianza Popular, más duramente se opuso a que este derecho civil se legalizara en España.
“Para mí el principio es que la familia es indivisible. Lo que no se puede es hacer una regulación normal en el divorcio, cuando ni siquiera se respeta esa libertad individual de las personas a elegir su estado familiar. El Estado debe tener un código ético que es defender la familia indivisible, y luego debe arbitrar medidas para resolver esas otras situaciones. Contra lo que estoy es contra la forma de divorcio aprobada en España” llegó a afirmar en el hemiciclo. Esta ley que tan poco le gustaba en la Transición le ha permitido divorciarse en tres ocasiones. Una situación que recuerda a lo ocurrido cuando el Partido Popular se opuso a la legalización del matrimonio entre homosexuales para luego, años después, ver como algunos de sus dirigentes recurrían a esta ley para poder casarse como ocurrió con el vasco Javier Maroto.
Gema Ruiz aseguró en un programa de televisión que se enteró de la infidelidad de su marido tras recibir un sms que éste envió por error. La verdadera destinataria era María Porto. Tras su separación la cordobesa participó en los programas televisivos Mira quién baila y Sábado Dolce Vita. También vivió un polémico romance con el empresario sevillano Rafael Leflec. En 2012 se casó con el abogado Juan Díaz con el que ha tenido dos hijos y vive alejada de los medios de comunicación, mientras su exmarido vuelve a ser noticia por un nuevo cambio en su vida sentimental.
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