Lidia Bedman aumenta su familia con Santiago Abascal: Influencer de moda y 'foodie'

vEste pasado 6 de enero la influencer alicantina Lidia Bedman anunciaba una 'buena nueva' a través de su perfil personal de la red social Instagram. La publicista revelaba a sus seguidores que la familia que había formado junto a su marido, el líder de VOX, Santiago Abascal, sumaría un nuevo miembro, es decir, Bedman anunciaba un nuevo embarazo. 

 

"Nuestro regalo de reyes está por llegar. Este 2024 seremos uno más. Ahora ya entenderéis mi poca actividad sobre todo este último mes del año pero ni el famoso cariban me hacía efecto. Las nauseas me están acompañado durante casi tres meses, todo es para bien", rezaba la publicación de la influencer alicantina.

Influencer y primera dama 

La mujer de Abascal es hija de Asunción Lapeña, natural de El Provencio (Cuenca), y del mecánico José Ramón Bedman, nacido en Villatorres (Jaén). Ambos se mudaron de sus respectivos pueblos a San Vicente del Raspeig, una ciudad dormitorio de Alicante, donde la influencer pasó sus primeros años de vida. 

Lidia Bedman se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad San Pablo CEU de Elche (Alicante) —actualmente muy vinculada a VOX— y más tarde completó su educación superior con un Máster en Dirección Comercial y Marketing y un postgrado de Comunicación de Moda y Belleza de las revistas Yo Dona y Telva.

Su primer trabajo fue un blog en el diario alicantino Información. La moda es, además de su vocación, una de las bases de su éxito. Sus consejos de estilismo, tanto para adultos como para niños, son seguidos por miles de personas que hacen que muchas marcas de moda, como Huawei, Bimbo o Clinique, recurran a ella como imagen.

Lidia Bedman, la mujer que lidera el cambio de imagen del líder de Vox, Santiago Abascal, transmite en todas sus publicaciones que son una familia feliz y muestra alguna de sus aficiones, como la gastronomía, compartiendo recetas gastronómicas con sus 240 mil seguidores.

Pero su pasión es la moda, interés que comparte con la familia de su marido, que también tiene vínculos con ese mundo. Y es que Isabel Conde e Iria, madre y hermana de Santiago Abascal respectivamente, regentan una boutique en la localidad alavesa de Amurrio llamada Moda Abascal. La alicantina se ha convertido en embajadora de la tienda de su suegra y de otras firmas, como la de  Silvia Hernández, de quien ha lucido muchos de sus estilismos. 

Amor y política

Con dos perfiles, en teoría, tan diferentes, la historia de amor entre Abascal y la influencer solo podía tener un nexo de unión: la política. Todo se remonta a las elecciones autonómicas de 2015, cuando la joven pidió entrar en las listas de Vox a la Asamblea de Madrid, la ciudad en la que vive desde hace ya una década. Por aquella época, meses antes a las elecciones de mayo, empezaron una relación que en un principio mantuvieron en secreto hasta que decidieron darle naturalidad al asunto.

Esta coincidencia ideológica puede sorprender a algunos debido a que Lidia procura no hablar de política en sus redes sociales, manteniendo un perfil bajo, y sin dar visibilidad a los grandes temas de Vox relacionados con la inmigración, la unidad de España o con el colectivo LGTBI. Unas ideas que también comparte el progenitor de Lidia, que fue el candidato del partido ultraderechista en las pasadas elecciones municipales de mayo de 2019 por la citada localidad alicantina.

En cuanto a su vida privada, la influencer sí que ha dado a conocer a sus hijos y sigue enseñando su evolución en redes. Sin embargo, Lidia se muestra mucho más cuidadosa con su marido, al que apenas muestra. Dicen  sus amigos  que una de sus premisas es separar lo personal de lo profesional. Aún así, Santiago y Lidia se retroalimentan. Es fácil imaginar que el éxito en las redes sociales del nuevo líder de la derecha tiene su punto de inflexión en los sabios consejos que su mujer le aporta para captar seguidores. Es el punto clave. Quizá por eso, Abascal es uno de los políticos que mejor sabe cuidar sus redes sociales. 

Así, en las imágenes que publica puede comprobarse lo cuidadas que están. Sobre todo, en cuanto a lo que quiere transmitir y su obsesión por tener un aspecto físico muy atractivo, así como mostrarlo más allá de lo que es habitual en un político. De hecho, el perfil de este político de ultraderecha ha conseguido situarse en los tópicos del homoerotismo, teniendo todas las papeletas para ser un (involuntario) icono gay, como publicó elcierredigital.com

Su vida familiar

Lidia y Santiago se casaron en junio de 2017 después de tres años de relación. La ceremonia matrimonial fue prácticamente retransmitida por la influencer a través de sus redes sociales. Esta curiosa celebración eclesial de la boda tuvo lugar en la Iglesia en la parroquia de San Vicente Ferrer, en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig. El párroco que los casó era amigo de la familia Abascal, ya que compartió internado con un tío de Santiago en los años 70 en Orduña (Vizcaya).

Para su vestido de novia, Lidia eligió un diseño de José María Peiró. Ambos son padres de Jimena, de nueve años, y de Santi, de siete años de edad. Para él es su segundo matrimonio. En 2002 se casó por lo civil a pesar de declararse católico convencido, y de esta primera unión nacieron dos hijos. La relación acabó con un complicado divorcio en 2010.

A pesar de defender los ideales cristianos, Abascal no considera que su divorcio sea una contradicción. Al ser interrogado sobre el asunto por el periódico El Mundo lanzaba balones fuera: “Esos conflictos se los plantean los progres y la izquierda, no nosotros. Todo el mundo desea que su proyecto familiar no se trunque, pero a veces no se tiene suerte. Sigo siendo defensor de la familia, y si alguien me critica por eso, me importa un bledo”.

Entre sus líneas políticas destaca la oposición al matrimonio gay y a cualquier unión que no sea la de la 'familia tradicional'. Lo de casarse y descasarse no influye para que juzgue la vida de otros con toda la severidad del mundo. Al fin y al cabo, eso son pecados veniales y no mortales como los otros. Y si se cometen con una influencer mejor que mejor. No en vano,  Lidia Bedman  ha conseguido que la ultraderecha sea ya tendencia.