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Cuatro mujeres posan en un lujoso salón decorado con columnas doradas y un techo ornamentado.
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El legado de las mujeres en la Familia Real británica: De Kate Middleton a Lady Di

Desde que Kate llegara a la familia real británica se ha convertido en uno de los "miembros más queridos y valorados".

Este pasado nueve de enero Kate Middleton cumplía 42 años. Este es el primer aniversario que la mujer del príncipe Guillermo  ha vivido como princesa de Gales, título que recibió este pasado seis de mayo cuando fue coronado su suegro, el rey Carlos III. Precisamente fue el monarca de los británicos, que siente un gran afecto por su nuera, quien a través de ‘The Royal Family’, el perfil personal de los Windsor en la red social Instagram, la felicitó con una imagen inédita de esta durante su coronación. 

Desde que llegara a la familia real británica a mediados de la década del 2000, Kate se ha consagrado como uno de los miembros “más valorados”, “más queridos” y, también, una de las “futuras reinas más elegantes de Europa”. Diversos expertos en Casas Reales y, en especial, en la Casa Windsor afirman que “es la digna heredera del amplio y eterno legado que dejó su suegra, Diana de Gales”. Y es que Kate forma parte del ‘female team’ en la Casa Real británica que un día lideró la reina Isabel II  y que llegó a tambalearse por las acciones de la princesa Diana de Gales. 

La hija de piloto que será reina de Inglaterra

Ha sido la última temporada de la serie ‘The Crown’, emitida en la plataforma Netflix, la que ha rescatado el inicio del romance que vivieron los príncipes de Gales. Ambos eran estudiantes de Historia del Arte en la Universidad de St Andrews, localizada en la ciudad escocesa de Saint Andrews. El príncipe Guillermo había dejado atrás su pasado como estudiante del Colegio de Eton y se convirtió en una ‘promesa royal’ que levantaba pasiones entre las jóvenes. Fue entre los muros de la institución universitaria escocesa donde en 2001 surgió el amor entre los futuros herederos al trono de Inglaterra.

Catherine Middleton, nacida el 9 de enero de 1982, es la primogénita del matrimonio formado por Carole, ex azafata de vuelo y empresaria, y  Michael Middleton, expiloto de la línea aérea British Airways. Tras la llegada de Kate, el matrimonio dio la bienvenida a sus otros dos hijos: Pippa y James. La infancia de la princesa de Gales transcurrió de manera tranquila en la ciudad jordana de Amán por motivos laborales de su padre, para, posteriormente, regresar a Inglaterra y afincarse junto a su familia en el pueblo de Buckebury. 

Tras finalizar sus estudios, Kate se tomó un ‘año sabático’ en Chile, durante el que formó parte de la expedición de Raleigh International, un programa de voluntariado que trabaja con jóvenes. Pese a que no coincidiera allí con el hijo de Lady Di, ambos formaron parte de esa expedición, si bien no vivieron juntos aquella experiencia en el país sudamericano. Fue en la Universidad de St Andrews donde comenzaron una historia de amor para gran disgusto de muchas jóvenes británicas (y de alguna ‘royal’ también). 

El primogénito del rey Carlos III despertaba a la juventud. Era atractivo, educado y simpático. Y se quedó prendado de Kate, quien por aquel entonces salía con el joven Rupert Finch. Entre los muros de St Andrews saltaron chispas y en un desfile benéfico Don´t Walk organizado por la Universidad en 2002 la joven, quien apareció vestida con un vestido transparente, cuyo precio en la actualidad asciende a los 90.000 euros, desfiló bajo la atenta mirada del príncipe Guillermo. Era oficial: el heredero se había enamorado locamente de su compañera de estudios. 

En 2003 comenzaron su noviazgo a espaldas de la prensa pero dos años después ya estaban al tanto de la relación. Entonces, la joven comenzó a recibir acoso mediático al ser considerada la ‘nueva ilusión’ del príncipe Guillermo. El interés de la prensa aumentaba y la persecución era insostenible para Kate. Un hecho que llegó a hacer mella en la pareja. Fue entonces cuando diarios como The Sun y televisiones como la BBC  anunciaron la supuesta ruptura de la pareja, aunque ellos insistían en que tan solo eran ‘buenos amigos’. 

No obstante, el romance siguió y en 2008 comenzaron a realizar sus primeras apariciones públicas. Así ocurrió en  la graduación del heredero como piloto de aviación del Royal Air Force College Cranwell. Dos años después llegaba el compromiso matrimonial durante un viaje a Kenia, que se hizo oficial mediante una rueda de prensa realizada en Clarence House, en la que Kate apareció impecable, con un vestido azul zafiro a juego con el icónico anillo de compromiso que había pertenecido a Lady Diana.

La boda llegó el 29 de abril de 2011 en la Abadía de Westminster. Un enlace de cuento, multitudinario, del que surgieron rumores como el del posible romance entre Pippa y el príncipe Harry, y donde se vio a una Victoria Beckham  ‘embarazadísima’ de la pequeña Harper, con la tiara Halo de Cartier y un vestido firmado por  Alexander McQueen. Un año después, el Palacio de St James anunciaba el primer embarazo de la entonces duquesa de Cambridge y nueve meses después la pareja daba la bienvenida al príncipe George. En 2015 llegaba la princesa Charlotte y tres años después el príncipe Louis.

Desde su llegada a la familia real británica, Kate ha estado considerada como un ‘halo de aire fresco’, cabe recordar su ‘debut eurovisivo’ tocando el piano. Fue la propia reina Isabel II quien se encargó de instruir a la joven en cuanto a cuestiones de protocolo y, a día de hoy, su labor como princesa de Gales ha puesto en marcha iniciativas como el tradicional Concierto de Navidad. También son muy  aclamadas las labores que realiza en materia social, como cuando este pasado mes de diciembre acudió junto a sus tres hijos al Banco de Windsor para donar y empaquetar juguetes para los niños. 

Camila, de la mujer más odiada a sucesora de Isabel II

Camila Parker Bowles ha pasado de ser la mujer más odiada de Inglaterra a convertirse en reina consorte tras el fallecimiento de  Isabel II. Plebeya aunque con rangos familiares de alta burguesía británica, fue la 'tercera persona' en el matrimonio entre el entonces príncipe Carlos y Lady Di. Políglota, aficionada a la jardinería, la decoración, la caza o la equitación, la que fuera duquesa de Cornualles se ha ganado un hueco en los Windsor. Aunque no con todos, puesto que  Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés y gran amiga de la princesa Diana, mantiene a día de hoy una tensión irreparable con la monarca consorte.

Su romance con el primogénito de Felipe de Edimburgo comenzó en 1970, aunque tres años más tarde pasó por la vicaria con el oficial Andrew Henry Parker Bowles,  con quien tuvo dos hijos: Laura Rose y TomParker Bowles. Pese a haber contraído matrimonio con el brigadier, la relación con el que fuera futuro rey de los británicos continuó en el tiempo. Un hecho conocido tanto en la corte inglesa como en la ciudadanía.

Dos personas mayores elegantemente vestidas, una con medallas y la otra con una tiara.
Los reyes Carlos III y Camilla. | El Cierre Digital

En diciembre de 1994, la pareja anunció su divorcio y no fue hasta 2005 cuando Camilla, vestida por la diseñadora  Anne Valentine, y el entonces príncipe Carlos lograron contraer matrimonio en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Pese a que desde que obtuviera el título de duquesa de Cornualles, Camilla ha tenido que lidiar con las comparaciones con Lady Di, paulatinamente se ha ganado el respeto de gran parte de la sociedad británica. Fue el pasado 6 de mayo cuando la mujer que durante décadas había sido la persona más odiada de Inglaterra ascendía al trono y se convertía en reina consorte de los británicos. 

La reina más longeva de Reino Unido

Un año después de su muerte continúa siendo la ‘royal’ más buscada de Internet. La monarca Isabel II se convirtió, tras cumplir setenta años de reinado, en la soberana más longeva de la historia de Reino Unido. La primogénita del rey Jorge VI y la reina Isabel  ascendió al trono de manera trágica. En febrero de 1952, la entonces princesa y su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo se encontraban de gira oficial por los países de la Commonwealth. Una de las paradas de la pareja era Kenia y fue en el Hotel Treetops, donde se alojaba el matrimonio, donde el príncipe consorte fue el encargado de comunicarle el triste fallecimiento de su padre.

Una mujer mayor sonriente con un sombrero amarillo y un traje a juego.
La reina Isabel II. | El Cierre Digital

Fue el 2 de junio de 1953 cuando la Abadía de Westminster acogía la ceremonia en la que la joven princesa ascendía al trono, dando comienzo a uno de los reinados más longevos del mundo en el que el príncipe consorte siempre se mantuvo ‘a la sombra de su esposa’. Isabel II y Felipe Mountbatten contrajeron matrimonio el 20 de noviembre de 1947, tras un romance en el que “la reina solo tenía ojos para Felipe”, con una boda multitudinaria a pesar de las limitaciones impuestas por la II Guerra Mundial.

El amor entre los jóvenes supuso un gran disgusto para los padres de la princesa, ya que aquel “príncipe guapo griego” tenía sangre alemana y parientes relacionados con altos mandos nazis. La descendencia no tardó en llegar. En 1948 daban la bienvenida al príncipe Carlos, heredero a la corona británica. Más tarde, llegarían al mundo la princesa Ana y, posteriormente, los príncipes Andrés y Eduardo. 

Isabel II se convirtió, además de en una monarca venerada por las masas, en un icono pop  que copó cuadros de Andy Warhol, en un icono de moda que ponía de manifiesto en sus vacaciones en Balmoral donde lucía cazadoras de la firma Barbour o en sus diversos actos oficiales gracias a sus estilismos referentes en ‘color-block’. A lo largo de su reinado trató con 15 primeros ministros, vivió tragedias como Aberfan o su recordado ‘Annus horribilis’, fue abuela antes que reina el 31 de agosto de 1997 y lidió con escándalos familiares como los protagonizados por su hermana, la princesa Margarita. 

La mujer que desafío a la corona británica

Además del romance entre los príncipes de Gales, la serie ‘The Crown’ ha tratado en profundidad la figura de la mujer que, además de Wallis Simpson, logró desafiar a la corona británica. La joven Diana Spencer llegó, con tan solo 18 años, a los Windsor como un ‘mirlo blanco’ y la “mujer indicada” para acallar los rumores de mujeriego y amante de las fiestas que planeaban sobre la figura del príncipe Carlos.

Aquella relación que comenzó con citas en el Royal Albert Hall y visitas a Balmoral finalizó con una boda seguida por millones de personas el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo. Para la familia real británica aquel enlace suponía el aliciente para la continuidad de la monarquía mientras que para Lady Di comenzaba un calvario marcado por un nombre de mujer y duros episodios como la enfermedad de bulimia o las autolesiones que la princesa sufría en silencio.

En 1982 llegaba el primogénito, un pequeño al que pusieron de nombre Guillermo y dos años después Enrique. No obstante, y a pesar de la llegada de sus hijos, la tensión en el matrimonio era insostenible y comenzaba a reflejarse en algunos actos que protagonizaban juntos en la década de los noventa, como en la celebración de la Expo de Sevilla 92.

Fue en diciembre de ese mismo año cuando el entonces primer ministro, John Major, anunciaba la separación de los entonces príncipes de Gales, y cinco años después, ya divorciada del heredero, frente al periodista británico Martin Bashir revelaba en una entrevista para la BBC que “en su matrimonio eran tres". Por aquel entonces Lady Di ya era todo un fenómeno de masas al ser una de las personalidades más queridas a nivel mundial. 

Tenía amistades en el mundo del espectáculo, como el cantante Elton John  o el diseñador Gianni Versace, se puso frente al objetivo de Mario Testino, se convirtió en una abanderada de causas humanitarias como en la lucha contra las minas antipersona o en la erradicación del estigma del SIDA al darle la mano a un enfermo de VIH. Lady Di se convirtió en un ‘quebradero de cabeza’ para los Windsor. Sus diversas apariciones públicas, así como sus últimas historias de amor, levantaban ampollas. Hasta que el 31 de agosto de 1997 la que fuera princesa de Gales fallecía en un accidente de coche en el Túnel del Alma junto a su última pareja, Dodi Al-Fayed. Una tragedia que sumió al pueblo británico en una gran tristeza porque, para muchos, la estela que dejó Lady Di en los Windsor es inolvidable. 

Y al igual que Lady Di, han sido otras las mujeres que han dejado un legado imborrable en la casa real británica. La exactriz Meghan Markle llegó para desbancar la fama de Kate Middleton y heredar la popularidad de su suegra. Un hecho que no llegó a conseguir puesto que, en la actualidad, la mujer del príncipe Harry está considerada como una de las ‘royals más odiadas de Inglaterra’. Sophie de Wessex, actual duquesa de Edimburgo y mujer del príncipe Eduardo, también es una de las nueras más queridas que ha tenido la reina Isabel II e incluso Sarah Ferguson, exmujer del príncipe Andrés, que fue elegida para cuidar de los korgies de la monarca y a día de hoy mantiene su vínculo con los Windsor.

Hoy, el ‘female team’ que un día lideró Isabel II tiene un nuevo referente. Y es que Kate Middleton es uno de los miembros más queridos en Buckingham Palace y, desde 2015, su hija Carlota mantiene esa estela. 

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