Las reinas del destape (V): El pasado olvidado de Mayte Zaldívar
Antes de su llegada a Marbella se hizo con la banda de Miss Autoescuela en 1973 y participó un dos películas eróticas
En 1991 Jesús Gil quería que Mayte Zaldívar, a la que verdaderamente temía y llamaba en privado "víbora", ingresara en su partido político GIL (Grupo Independiente Liberal), pero ella insistió en que fuera su marido Julián Muñoz el que fuera en las listas del partido creado ad hoc por el polémico expresidente del Atlético de Madrid.
Doce años después estallaría el gran escándalo. Julián e Isabel Pantoja iniciaron una relación sentimental que provocó un terremoto político en Marbella que tuvo como consecuencia una moción de censura que desalojó a Muñoz del sillón consistorial. Pero antes de hacerse pública la relación sentimental entre el político y la folclórica, los tres la negaron hasta la saciedad.
Fue entonces cuando el público conoció a Maite Zaldívar. Sentada al lado de su todavía marido en una rueda de prensa, obligada "por cojones" por Gil y Gil, negaron lo que era ya evidente y voz populi: que él estaba unido a la cantante sevillana. Maite acabaría estallando días después entrando por teléfono en Canal Sur para confirmar que su marido había iniciado un romance con la tonadillera.
Maite pasó a convertirse en un personaje público. Destilaba rencor en 645 líneas y protagonizó, en un recordado momento televisivo, una conexión con el programa de Telecinco A tu lado, presentado por Emma García, en el que habló de las famosas bolsas de basura con las que, según ella, llegaba a casa su marido con las comisiones por las licencias de obra.
Maite representaba para muchos en televisión la imagen prototípica de la corrupta consorte de la España del ladrillazo. Maxigafas, mechas imposibles, grandes pendientes, bronceado artificial... Un estilo, para muchos, hortera y ostentoso que hizo que en algunos pasillos televisivos se la motejase como 'el árbol de Navidad' debido a la cantidad de complementos que llevaba siempre.
Sin embargo, a Maite las cámaras no le eran nuevas. Antes de que su nombre quedase asociado para siempre a una historia de celos, infidelidades y corrupción política y, por supuesto, mucho antes de pasar por prisión, Maite Zaldívar intentó triunfar en el mundo del espectáculo.
Una Miss Autoescuela se destapa
Maite nació en Castellón de la Plana en mayo de 1957, hija de un guardia civil y de una ama de casa. A mediados de los 70 intentó triunfar en el mundo de la farándula. En 1973 consiguió un título de belleza bastante curioso: Miss Autoescuela. Lo más llamativo de ese triunfo es que siempre aparece en las biografías de Norma Duval, cuando todavía era Purificación Martín Aguilar, adjudicado a ella.
Maite, ya con la banda de Miss Autoescuela, probó suerte en el mundo del cine. Eran los años en los que se iniciaba, tímidamente en España, la moda del destape, los años de las dobles versiones en las salas de cine y de los tímidos top-less. Aún no se había producido el desnudo integral de María José Cantudo en La Trastienda, que desató la moda del destape total tras cuarenta años de censura franquista. Era la época en la que reinaban en las carteleras estrellas del destape como Nadiuska, Bárbara Rey o Susana Estrada. Pero Maite no llegó nunca a medirse de tú a tú con ellas.
Maite debutó, y casi acabó, en el cine con Hold-Up, instantánea de una corrupción, título que podría tener un biopic sobre el Caso Malaya. En este filme, dirigido por Germán Lorente y protagonizado por la francesa Nathalie Delon, más conocida por su matrimonio con el astro francés Alain Delon, se puede ver a una irreconocible Maite apareciendo en una secuencia junto a otras jóvenes modelos que posan para un fotógrafo y acaban desprendiéndose de la camisa dejando ver sus pechos, como puede apreciarse en la fotografía que hoy desvela en su portada elcierredigital.com.
El destape de Maite Zaldívar.
Maite todavía intervino en una obra más en su corta carrera cinematográfica. Fue en Pepita Jiménez. El filme, que adaptaba la novela clásica de Juan Valera, lo vio poca gente aunque generó un gran escándalo al ser secuestrada la película por orden judicial por impagos de su productor, el conocido play-boy venezolano Espartaco Santoni, que llegó a España de la mano de su matrimonio con Marujita Díaz.
En ese momento Santoni estaba casado con Tita Cervera. Él acabo en la cárcel y la hoy baronesa Thyssen pagó su fianza para acabar descubriendo que su matrimonio no era válido porque Santoni había cometido bigamia. Curiosidades del destino, Santoni acabaría siendo uno de los referentes de la jet set marbellí, aunque murió antes de ver cómo el conato de esa estrella que conoció en Pepita Jiménez acabaría en la cárcel.
Maite Zaldívar aparecería luego en todos los carteles, eso sí, penitenciarios, junto a Julián Muñoz, Isabel Pantoja, Juan Antonio Roca y otros singulares personajes amparados bajo la corrupción del "jefe" Jesús Gil y Gil, para interpretar el capítulo más negro de la historia de la capital de la Costa del Sol.
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