Europa Press, elcierredigital.com, Leonid Andronov Kensington Palace lo confirma: el príncipe Guillermo lo ha hecho y nadie lo olvidará
Con el respaldo de Kensington Palace, el príncipe Guillermo da un paso firme con fuerte carga simbólica
En el escenario tradicional del Royal Ascot, donde cada detalle cuenta, el príncipe Guillermo ha dejado una huella imborrable con un gesto lleno de significado. Kensington Palace lo ha confirmado que el heredero al trono ha rendido homenaje a su madre, Diana de Gales, con un reloj muy especial. Se ha presentado en el hipódromo luciendo el Omega Seamaster que su madre le regaló poco antes de fallecer, y eso no ha pasado desapercibido.
El príncipe Guillermo ha elegido cuidadosamente su atuendo, pero ha sido el reloj el que ha robado el protagonismo entre tanta flor, seda y sombrero. Esta pieza, lejos de ser solo un accesorio, ha tenido un profundo significado familiar. La ha llevado con frecuencia en actos públicos, pero su presencia en Ascot, donde la realeza se muestra en todo su esplendor, ha cobrado un nuevo peso simbólico.
La aparición de Guillermo ha sido muy comentada no solo por la ausencia de Kate Middleton, aún convaleciente, sino por la carga emocional que ha transmitido su presencia. El reloj Omega Seamaster Diver 300m, con su característica esfera azul y su herencia materna, ha brillado como una discreta joya de memoria. Su valor sentimental ha superado con creces cualquier etiqueta de lujo o diseño técnico.
Kensington Palace revela el homenaje discreto del príncipe Guillermo
El reloj, que data de mediados de los noventa, ha estado vinculado a algunos de los momentos más importantes de la vida adulta de Guillermo. Lo ha llevado en actos institucionales, en visitas oficiales y, ahora, en uno de los eventos sociales más relevantes del calendario británico. El gesto ha sido interpretado como un tributo silencioso, una forma de mantener viva la figura de Diana frente a las cámaras y el pueblo.
Mientras el evento continuaba entre aplausos y apuestas, las cámaras no han dejado de enfocarse en la muñeca del príncipe. Los más expertos en relojería han identificado de inmediato el modelo y su historia, y no han tardado en difundir el gesto por redes sociales y medios especializados. El mensaje ha calado hondo: Guillermo no olvida, y el Reino Unido tampoco.
Desde Kensington Palace destacan el gesto de Guillermo como un tributo que mantiene vivo un legado inolvidable
Este homenaje ha devuelto a Diana al centro de la conversación como madre presente a través de los objetos que dejó. El accesorio, convertido ya en símbolo, ha dado una nueva dimensión al ya de por sí solemne Ascot. Entre caballos, copas de champán y apuestas, el recuerdo de Diana ha galopado con fuerza inesperada.
Así, en una jornada marcada por el estilo y la tradición, Guillermo ha conseguido convertir un gesto personal en una declaración pública. Ha sido un acto de amor que ha cruzado los límites del protocolo y ha alcanzado el terreno de lo eterno. Porque hay accesorios que marcan más que la hora.
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