El motivo por el que doña Letizia no usa todas las joyas de su boda con el rey Felipe
Doña Letizia no usa muy a menudo las joyas con las que se casó con el rey Felipe por varios motivos muy significativos
El 22 de mayo de 2004, España vivió uno de los eventos más importantes de su historia reciente: la boda real entre el entonces príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz.
En ese día tan especial, la futura reina lució cuatro joyas que, desde entonces, han sido objeto de mucha curiosidad y especulación. Estas joyas no solo eran piezas de extraordinaria belleza, sino que también estaban cargadas de historia y significado.
Doña Letizia homenajeó a la reina Sofía durante el día de su boda
La joya más destacada fue, sin duda, la tiara prusiana de estilo imperio. Esta pieza pertenece a la familia real desde hace generaciones y ha sido usada en momentos cruciales.
Originalmente, fue un regalo de la reina Victoria Luisa de Prusia, abuela del rey Felipe VI, a su hija Federica de Grecia, quien la llevó en su boda. Aunque la reina Sofía, madre de Felipe, también la usó en su boda con el rey Juan Carlos I.
Al usarla en su matrimonio, Letizia no solo continuaba una tradición, sino que rendía homenaje a su suegra. Reforzando así los lazos familiares y la continuidad de la monarquía española. Desde entonces, la tiara ha vuelto a su lugar en la colección real y es una pieza que Letizia ha reservado para ocasiones especiales.
Además de la tiara, Letizia lució un juego de pendientes que también tiene un gran valor sentimental. Estos pendientes fueron un regalo de Juan Carlos y Sofía a Felipe y Letizia, cuando la pareja anunció su compromiso.
A diferencia de otras joyas, estos pendientes han sido vistos en múltiples ocasiones a lo largo de los años. Letizia los ha usado en eventos oficiales, demostrando su aprecio por esta pieza que simboliza el inicio de su vida junto a Felipe y su entrada en la familia real.
Los misteriosos anillos de compromiso que ya no están en las manos de doña Letizia
Sin embargo, las otras dos joyas que Letizia llevó el día de su boda han estado rodeadas de un misterio más complejo. Se trata de dos anillos: el anillo de pedida y el de compromiso.
Aunque es común que las novias lleven sus alianzas con orgullo, Letizia dejó de usar estos anillos poco después de la boda. La razón pública que ofreció fue que, debido a sus obligaciones, que incluyen numerosos apretones de manos, los anillos le causaban molestias. Sin embargo, hay un motivo oculto que ha generado mucha discusión en círculos cercanos a la realeza.
El anillo de pedida, encargado por Felipe, tiene una historia peculiar. En el momento de adquirirlo, Felipe le pidió a su entonces cuñado, Iñaki Urdangarin, que fuera a recogerlo debido a compromisos de última hora.
Lo que Felipe no sabía era que Urdangarin pagó la joya con una tarjeta de crédito de la empresa Nóos. Vinculada al conocido escándalo de corrupción que llevó a Urdangarin a prisión años más tarde.
Cuando esta información salió a la luz, Letizia tomó la decisión de dejar de usar el anillo. No solo por las molestias físicas que le causaba, sino también para distanciarse del escándalo que había manchado a la familia real. Este anillo, aunque no ha sido visto en público desde entonces, permanece en la colección personal de Letizia.
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