Cristina de Borbón cumple 59 años: Retoma su agenda pública y vuelve con su Felipe VI

La infanta Cristina está de celebración. La segunda hija de doña Sofía y Juan Carlos I cumple este próximo 13 de junio 59 años y lo hace inmersa en su nueva vida. Era este pasado mes de enero cuando desde elcierredigital.com informábamos sobre la formalización del divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, cuya ruptura definitiva se produjo en 2022. Pese a que la hermana del rey Felipe VI no ha rehecho su vida, el exduque de Palma inició una nueva relación con la abogada Ainhoa Armentia, con quien reside en un apartamento de la provincia de Álava.

No obstante, la infanta, que reside en Ginebra, habría iniciado una nueva etapa y retomado su agenda pública. Cabe destacar que esta pasada semana la hija de doña Sofía coincidía, después de diez años, con su hermano en un acto oficial. Los medios de comunicación captaron una imagen de ambos en el marco de una entrega de becas de la Fundación la Caixa, entidad en la que la segunda hija de Juan Carlos I trabaja como directora del Área Internacional. El evento tuvo lugar en el centro cultural Caixa Forum de Madrid y pese a que ambos coincidieron en este acto, se desconoce si tras el evento el monarca y su hermana llegaron a entablar conversación.

El hecho de que la hermana de la infanta Elena haya retomado su agenda pública podría deberse a un acercamiento con el soberano, con quien mantenía una relación distante tras el estallido del Caso Noós. Un escándalo por el que el rey Felipe VI decidió retirar el ducado de Palma a su hermana. 

La última aparición de la infanta fue junto a su hija Irene, que se ha instalado en el Palacio de la Zarzuela. La infanta Cristina fue una de las asistentes a la comida que Irene ofreció por su 19º cumpleaños en uno de los restaurantes del distrito madrileño de Aravaca y en la que la hija de Juan Carlos I conoció a Juan Urquijo, pareja de su hija.

Con él también coincidió, en la boda del alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida, su primogénito, Juan Urdangarin. Otra de las últimas apariciones de Cristina de Borbón tuvo lugar durante la pasada Semana Santa, cuando acudió junto a su madre y su tía, la princesa Irene de Grecia, a la procesión del Cristo de los Alabarderos en Madrid.

Como mencionábamos, tras haber firmado su divorcio con el ex duque de Palma, la infanta Cristina ha iniciado una nueva vida. Continúa viviendo en Ginebra, donde tuvo lugar el último cónclave de Juan Carlos I junto a sus dos hijas, aunque viaja con asiduidad tanto a la ciudad de Barcelona como a Abu Dabi para visitar a su padre donde reside desde agosto de 2020.

La nueva vida de la infanta Cristina

La segunda hija de los eméritos reside en Ginebra, donde trabaja en la Fundación La Caixa, como directora del Área Internacional, y en la Fundación de Aga Khan, íntimo amigo del rey Emérito.

La hija de doña Sofía también acostumbra a viajar a la Ciudad Condal una vez al mes, donde vive su hijo Pablo y a quien no duda en apoyar durante los partidos que juega con su equipo, Fraikin Granollers. En la provincia catalana la infanta Cristina también se ha dejado ver con su exsuegra, Claire Liebaert, con quien mantiene una excelente relación. Otro de los destinos a los que suele viajar con frecuencia es a la capital española, especialmente al Palacio de la Zarzuela, donde se han instalado sus hijos Irene y Miguel.

Según ha trascendido y pese a los constantes viajes que la hermana de la infanta Elena realiza a Madrid, no tiene intención de regresar a España de manera definitiva. 

Cristina de Borbón, la 'infanta catalana'

Cristina de Borbón y Grecia nació el 13 de junio de 1965 en la clínica madrileña de Nuestra Señora de Loreto y, ocho días después, recibió el bautismo en el Palacio de Zarzuela. Sus padrinos fueron Alfonso de Borbón-Dampierre, duque de Anjou, y su tía, la infanta María Cristina de Borbón. Cursó sus estudios en el colegio madrileño de Santa María del Camino y, posteriormente, en 1989, obtuvo la licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. La segunda hija de don Juan Carlos y doña Sofía se convirtió en la primera infanta de la historia con un título universitario.

Desde su juventud la infanta ha sido muy recelosa de su vida privada y, de hecho, mantuvo un perfil bajo frente a los medios de comunicación. La segunda hija de los reyes Eméritos, es una gran aficionada a la música y al deporte, en especial, a los deportes náuticos, afición que comparte con su padre, su hermano el rey Felipe VI y que han heredado sus cuatro hijos. Tanto es así, que fue designada para llevar la bandera española durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.

En 1992 la hermana del rey Felipe VI decidió dejar la capital española y fija su residencia en Barcelona, concretamente en Sarriá, uno de los barrios más caros y exclusivos de la Ciudad Condal, donde trabajaba en la sede de la editorial Enciclopèdia Catalana. Allí también coincide con su prima Alexia de Grecia, una de sus grandes amigas y ‘leales escuderas’. Su idilio con la Ciudad Condal fue tal que la llegaron a bautizar la ‘infanta catalana’. 

Su historia de amor con Iñaki Urdangarin

En 1992 España acogía la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y, al igual que el resto de la familia real, la infanta Cristina fue uno de los rostros que asistió a la ceremonia de apertura del evento deportivo en el que su hermano recogía su legado como abanderado. Un año después, la infanta comenzó a trabajar en la Fundación la Caixa.

La infanta, que se movía como ‘pez en el agua’ por la ciudad, tuvo la oportunidad de forjar amistades con algunos de los olímpicos que competían. Ejemplo de ello fue su relación con el waterpolista Jesús Rollán. Con el deportista madrileño mantuvo un affaire que duró cuatro años, ya que en 1996 la infanta conocería al que sería el amor de su vida.

Tras los Juegos Olímpicos de Atlanta Cristina de Borbón coincidía con el deportista de élite Iñaki Urdangarin, que celebraba con sus amigos una fiesta en el restaurante El Pou, que regentaba en Barcelona junto a los deportistas Fernando Barbeito y Manuel Doreste y el abogado José Manuel Valadés. Aquella noche la infanta preguntó: “¿quién es ese rubio?” y, tras saludar personalmente a los integrantes del equipo de balonmano, quedó prendada del lateral izquierdo del F.C. Barcelona.

Su noviazgo permaneció en secreto durante un año mientras Iñaki permanecía con su pareja de siempre, la empresaria catalana Carmen Camí Solsona, que supo de su relación con la hija del rey Juan Carlos cuando la prensa lo hizo público. El 30 de abril de 1997 la pareja anunció su compromiso en los jardines del Palacio de la Zarzuela, con asistencia de la familia real y del clan Urdangarin. 

Aquella historia de amor culminó el 4 de octubre de 1997 en una boda multitudinaria, retransmitida por Pilar Miró, a la que asistieron un total de 1.500 asistentes y se celebró en la catedral de Santa Eulalia de la Ciudad Condal, recibiendo así el título de duques de Palma. Fruto de aquel matrimonio nacieron sus cuatro hijos Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene. 

El estallido del Caso Noós

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se convirtieron en la pareja favorita de la monarquía española hasta que comenzaron a salir informaciones sobre sus desmanes económicos con la empresa de la que Iñaki Urdangarin era socio fundador –Nóos Consultoría Estratégica– y llegó la mudanza a Washington DC de la familia.

El entonces duque de Palma y su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, se embolsaron de esta entidad un total de 5,6 millones de euros a través de mercantiles de las que eran propietarios y administradores. En 2011 el estallido del Caso Noos hizo que Cristina acabara imputada en 2016 para luego dejar de serlo. Un asunto, el de su imputación, que se convirtió en un tema de Estado. La imagen de la hermana de Felipe VI declarando ante el tribunal dio la vuelta al mundo.

Durante todo lo que duró el escándalo, la Infanta Cristina fue apartada por su hermano de la Casa Real y le fue retirado el Ducado de Palma. Ella se mantuvo al lado del exjugador de balonmano, el padre de sus cuatro hijos, todo el tiempo e, incluso, antes de la concesión del tercer grado se especulaba con la posibilidad de que la pareja se trasladara a Portugal donde ella trabajaría en la sede que tiene la Fundación Aga Khan allí.

Once años después del estallido, la revista Lecturas publicaba en portada la separación de los exduques de Palma. El exjugador de balonmano había iniciado una nueva relación con la abogada vitoriana Ainhoa Armentia. No fue hasta este pasado mes de enero cuando sellaron su divorcio, ya que uno de los flecos era la mayoría de edad de su hija Irene la cual cumplió este pasado 5 de junio de 2023. 

Su enemistad con la reina Letizia

Desde pequeña Cristina ha tenido una relación estrecha con sus hermanos, aunque con Felipe de Borbón ha mantenido un vínculo especial. Para su hermano pequeño, la infanta ha sido un pilar fundamental y se evidenció cuando el monarca inició su noviazgo con la experiodista asturiana Letizia Ortiz Rocasolano. Para la pareja, los exduques de Palma fueron sus cómplices. Los primeros encuentros de los futuros reyes de España se produjeron gracias a los pisos que les conseguían doña Cristina e Iñaki en la Ciudad Condal.

A pesar de que con la infanta Elena no ha habido una relación fluida, doña Letizia sí llegó a encontrar una confidente en la Infanta Cristina a su llegada a la familia Borbón. Un vínculo que perduró hasta 2005. El origen de la enemistad de doña Cristina y doña Letizia fue nada más y nada menos que un fuerte roce con los padres de Iñaki Urdangarin, Juan María Urdangarin Berriochoa y Claire Liebaert.

Los padres del exjugador de balonmano se tenían que desplazar hasta la capital española para asistir al bautizo de la hija pequeña de la infanta Cristina el 14 de julio de aquel año. La segunda hija de don Juan Carlos y doña Sofía consideró que no era apropiado alojar a sus suegros en un hotel, por lo que le solicitó a su hermano, el entonces príncipe Felipe si podrían quedarse en el Pabellón del Príncipe, la residencia de los entonces príncipes de Asturias. 

Don Felipe aceptó, aunque le expresó a su hermana que debía de hablar con doña Letizia, que se encontraba en un avanzado estado de gestación de la princesa Leonor. La asturiana se negó. “Estoy embarazada, no me encuentro bien y no me apetece tener en casa a unas personas que no conozco”.

Aquel episodio provocó el enfado de los dos hermanos, además de la ruptura de la relación entre doña Letizia y los Urdangarin. Y todo ello se vio reflejado durante el evento, en el que la infanta y la reina apenas intercambiaron palabras. Aquel suceso ya marcó el futuro entre las primas Irene Urdangarin y Leonor de Borbón, quienes tan solo se llevan unos meses de diferencia, pero mantienen una distante relación. Con el paso de los años poco ha mejorado la relación entre las cuñadas. Pese a que han coincidido en diversos actos oficiales, la tensión y enemistad que mantienen es palpable. 

Este próximo 13 de junio la infanta Cristina cumple 59 años. Lo hace en mitad de una nueva vida, un posible retorno a su vida pública y un supuesto acercamiento con su hermano Felipe VI, con quien mantenía una excelente relación en los tiempos en los que la familia real española gozaba de un gran prestigio entre la ciudadanía.