
Buckingham Palace guarda silencio tras hacerse oficial lo de Carlos III y sus nietos
Buckingham Palace ha decidido guardar silencio tras la última información que ha salido sobre Carlos III y sus nietos
El silencio de Buckingham Palace retumba más fuerte que nunca tras hacerse oficial lo que, desde hace tiempo, era un secreto a voces. Carlos III mantiene una relación mucho más cercana con los hijos del príncipe Guillermo que con los de su hijo menor, el príncipe Harry.
Aunque desde la Casa Real no se ha emitido ningún comunicado, los gestos del monarca en actos públicos han dejado entrever una verdad que incomoda a los seguidores de la corona. Forjar una imagen en las casas reales no es tarea sencilla. La apariencia de un rey debe equilibrarse entre la humanidad y la rigidez, la cercanía y el protocolo.

En ese complicado juego de espejos, Carlos III ha trabajado durante décadas para convertirse en un soberano serio y profesional. Sin embargo, en contadas ocasiones, el rey Carlos III deja ver su faceta más íntima, y es en esos momentos cuando se aprecia al padre y al abuelo detrás del monarca.
En Buckingham Palace ya no es un secreto lo de Carlos III
Durante la más reciente entrega de premios del King’s Trust, la organización benéfica fundada por el propio Carlos hace casi 50 años, se produjo uno de esos instantes de calidez inesperada. En una charla con el popular presentador Declan Donnelly, el rey no dudó en preguntar por el hijo del británico, que está a punto de cumplir tres años.

“¿Es de esos que se lanzan a la piscina y zambullen hasta el fondo?”, bromeó el monarca con una sonrisa cómplice. Donnelly, entre risas, confirmó la travesura de su pequeño, pero interpretó la observación como una referencia clara a la experiencia del rey con sus nietos.
Buckingham Palace guarda silencio ante las últimas informaciones que han salido de Carlos III
Carlos III es abuelo de cinco niños: George, Charlotte y Louis, hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton, y Archie y Lilibet, fruto del matrimonio entre Harry y Meghan Markle. Con los primeros, especialmente con el pequeño Louis, el vínculo ha sido más que evidente. En actos como el reciente Trooping the Colour, la complicidad entre abuelo y nieto ha acaparado titulares y fotografías entrañables, donde las miradas y los gestos hablan por sí solos.

Sin embargo, la relación con Archie y Lilibet ha sido mucho más distante desde que los duques de Sussex se establecieron en Estados Unidos. Aunque algunos esperaban una reconciliación, el hermetismo de la familia real británica solo han alimentado los rumores de frialdad y desencuentros. Por ahora, Buckingham Palace opta por el silencio y ese silencio, en una institución donde cada palabra cuenta, dice más de lo que parece.
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