Albacea de Ruiz-Mateos: Teresa Rivero negó ser madre de Adela Montes de Oca
"Zoilo mandaba 500 dólares todos los meses para su mantenimiento."
El empresario gaditano José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada, propietario de Rumasa, se casó en el año 1958 con Teresa Rivero. Desde ese día, la jerezana se convirtió en una fiel ama de casa y, al igual que su marido, en supernumeraria del Opus Dei. Ruiz-Mateos y Teresa Rivero estuvieron casados 57 años, hasta que murió el empresario. En todo ese tiempo, tuvieron 13 hijos.
Sin embargo, la historia de amor entre ambos empezó a resquebrajarse con el tiempo. Como ya hemos contado en varias ocasiones en elcierredigital.com, la fecha clave en la que el matrimonio se empezó a tambalear fue el año 1983, cuando el gobierno de Felipe González expropió Rumasa. A partir de esa fecha, comenzaron las infidelidades de Ruiz-Mateos. Una de las más conocidas fue el affair que tuvo en la década de los noventa con Patricia Montes de Oca, a la que conoció en Chicago. Con ella tuvo una hija fuera del matrimonio: Adela.
José Maria Ruiz-Mateos no llegó a reconocer en vida a Adela, a la que la justicia declaró su hija años después de su muerte, tras la exhumación del cadáver del empresario. Sin embargo, según explica Jesús Urdiciáin —asesor y amigo de Ruiz-Mateos— a elcierredigital.com, sí que quería hacerlo. “Ruiz Mateos siempre quiso reconocer a Adela, pero su mujer[Teresa Rivero]no quería. ¿Teresa, del Opus, reconocer a una hija ilegítima? Ni hablar”, relata Urdiciáin.
Según el asesor, Ruiz-Mateos le pidió “un favor” antes de morir. “Me dijo: ‘ten atención especial con Begoña y con la hija de Patricia Montes de Oca’”, relata Urdiciáin, que también afirma haber vivido algunos “casos cómicos” entre Teresa Rivero y Ruiz-Mateos.
Los 500 dólares mensuales a Adela
“Un día llego a la casa que tenían en Aravaca, subo a la primera planta —donde tenía la habitación Ruiz-Mateos— y veo a Teresa Rivero, José María Ruiz-Mateos y su hijo Zoilo.Teresa Rivero estaba llamando ‘sinvergüenza’ a Ruiz-Mateos y cuando Zoilo le dijo que se cortara un poco que había llegado yo, le dijo que le daba igual, porque él era ‘más sinvergüenza’ que su padre, porque Ruiz-Mateos la engañó hacía 20 años una vez, pero Zoilo la había estado engañando durante 20 años muchas veces. Porque resulta que Zoilo Ruiz-Mateos le mandaba todos los meses 500 dólares a Patricia Montes de Oca para el mantenimiento de la chica. Y no lo sabía nadie”, cuenta Urdiciáin.
En ese momento, el asesor cuenta que Ruiz-Mateos tenía en la cara “esa sonrisa de estar disfrutando de algo”. Un sentimiento “de satisfacción un tanto maligna que tenía mucho sobre todo con su mujer”, explica.
“Llevaban 50 años de matrimonio y había llegado un momento en el que habían dejado de ser iguales y Teresa Rivero empezó a 'mandar'. A los hijos los tenía ya criados y les mandaba, porque los crio ella. Ellos suelen decir que el padre era el que hacía y deshacía, pero era mentira. Era la madre la que hacía y deshacía”, continúa relatando Urdiciáin a elcierredigital.com.
Teresa Rivero en el Rayo Vallecano
Al parecer, uno de los casos en los que Teresa Rivero habría tenido, supuestamente, un papel diferente al conocido fue en la presidencia del Rayo Vallecano. Como ya publicamos en elcierredigital.com, en la primavera de 1991, una de las empresas de Nueva Rumasa, Adervins S.A., compró casi la totalidad del club de fútbol Rayo Vallecano.
Según el testimonio de Teresa Rivero, fue su marido, Ruiz-Mateos, quien le propuso convertirse en la presidencia del club madrileño y sustituirle en el cargo: "Un día me dijo José María: ¿Quieres ser presidenta del Rayo?... Es muy fácil. Durante el partido estás en el palco, y cuando acaba te vienes a casa".
Tal y como explica Urdiciáin, sí que es cierto que Ruiz-Mateos fue el que la puso en la presidencia, pero que, posteriormente, “lo dejaron fuera del Rayo Vallecano”. “Teresa Rivero no estaba preparada para su gestión”, sentencia el asesor de Ruiz-Mateos.
Prueba de esto sería la condena de la Audiencia Provincial hacia Teresa Rivero y al club franjirrojo del 16 de julio de 2018. Les condenaba por cuatro delitos contra la Hacienda Pública en relación al IVA y al Impuesto de Sociedades de la entidad de los años 2009 y 2010, al considerar que en ambos ejercicios y por dichos impuestos defraudaron un total de 8,4 millones de euros. Finalmente, Teresa Rivero y su hijo Javier —encargado de las riendas económicas del club de Vallecas— fueron absueltos.
La familia acabó vendiendo el club en el año 2011 al empresario Raúl Martín Presa. Por entonces, José María Ruiz-Mateos, ya diagnosticado de Parkinson, se había apartado de las gestiones del holding familiar, dejándolo todo en manos de sus hijos.
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