Juan Ignacio Blanco, de 63 años, conocido popularmente como el criminólogo del Caso Alcàsser, ha fallecido hoy jueves 4 de julio. Blanco acompañó durante años a Fernando García, padre de Míriam, una de las niñas asesinadas en el triple crimen, tanto en sus comparecencias públicas como en las apariciones televisivas que el progenitor realizó en el controvertido programa de televisión de Pepe Navarro.

Su figura saltó de nuevo a la luz pública tras el estreno del documental de Netflix sobre el Caso Alcàsser, donde era visible su deterioro físico. Tras conocerse la noticia, las redes se han inundado de comentarios que señalan la coincidencia de la muerte del investigador con el reciente hallazgo de unos restos óseos en la fosa donde Antonio Anglés y Miguel Ricart violaron y asesinaron a las niñas Miriam, Toñi y Desirée.

El criminólogo en una de sus últimas fotografías.

Parece que, más de 26 años después, el documental ha reavivado el interés por las incógnitas que arrastra el triple crimen y ha hecho resurgir de nuevo las teorías de la conspiración que rodean el caso. El periodista y criminólogo pasó por el diario El caso y alcanzó popularidad por sus teorías en torno al crimen de Miriam, Toñi y Desirée que expuso en programas televisivos. Su aparición en la serie documental que Netflix ha estrenado sobre el asesinato de las jóvenes volvió a ponerlo de actualidad.

Hoy se oficiará una misa funeral en el tanatorio del San Lorenzo del Escorial. Blanco defendió durante toda su carrera su hipótesis de una trama criminal con personas muy importantes implicadas en los asesinatos de las niñas de Alcàsser. Para el periodista, principal impulsor de la teoría conspiracionista en este caso, el terrible suceso fue "un crimen de Estado" en el que hubo un doble enterramiento de los cadáveres y afirmó que las niñas estuvieron retenidas hasta en cuatro lugares diferentes de Madrid y Segovia antes de que fueran asesinadas. Sin embargo, el mediático experto no logró aportar pruebas, aunque aseguró que entregó al ministro del Interior una cinta de vídeo con imágenes grabadas por los criminales donde aparece una de las menores y varios de los implicados.

El investigador defendió la teoría de que Antonio Anglés no pudo ser el autor del triple crimen porque ya estaba muerto cuando los apicultores encontraron los cadáveres de las niñas.