Estrés informático, aislamiento social, aumento de ciberataques, reducción de intercambios de ideas o descenso de ingresos en sectores asociados son algunos de los puntos que se pueden mejorar todavía en la modalidad de trabajo a distancia.

El año 2020 está  ya marcado en nuestra  memoria como un  periodo horrible en el que  el virus del Sars Covid-19 nos confinó en casa y trastocó por completo nuestras vidas en casi todos sus aspectos. La digitalización de las empresas ha sido uno de los grandes retos del mundo laboral. La pandemia provocada por el coronavirus  ha penalizado a aquéllas que operaban con métodos y procedimientos más tradicionales y ha premiado a las que ya habían iniciado su digitalización. El teletrabajo es el elemento  que mejor ilustra este cambio de paradigma en el empleo. A finales del pasado año el número de empleados que se había trasladado a su domicilio para seguir trabajando era de unos 2,85 millones, es decir,  un  74,2% más con respecto al ejercicio precedente, según un una investigación de la multinacional de recursos humanos Adecco.  El Banco de España, por su parte, calculaba también que el 80% de las empresas ha incrementado el teletrabajo durante la actual crisis provocada por la Covid-19.

“Con el teletrabajo, la mayor parte de las empresas han orientado su inversión y presupuestos hacia herramientas para mejorar la adaptación  y  el desarrollo del teletrabajo en el domicilio de los empleados. Así, las organizaciones han tenido que proporcionar material tecnológico e informático a sus empleados al tiempo que han   implementado sistemas y programas de software para agilizar, gestionar y controlar tareas, proyectos, tiempos  y productos”, destaca Joan Pons, CEO de Effiwork, Workmeter.

Las estimaciones para este 2021 auguran que en la nueva situación, el 30% de los empleados trabajarán definitivamente desde su casa, lo que obliga a rediseñar nuevos espacios y métodos para llevar a cabo el trabajo diario. Esta transformación exige a las empresas mayor agilidad en todos sus procedimientos de compras, ventas, atención al cliente o en sus relaciones con los empleados a través de la gestión de los recursos humanos. Una agilidad que solo podrán adquirir potenciando su  digitalización e innovando en  sus aplicaciones informáticas.  Los datos en este sentido indican ya una tendencia clara de las empresas de aquí a 2022 en su búsqueda de aplicaciones para modernizar y adaptar sus sistemas de trabajo.    

Ventajas del teletrabajo

-Drástica reducción de los desplazamientos y ahorro en combustibles:  los teletrabajadores pueden llegar a ahorrarse una media de entre 2.000 y 4000 euros anuales en gasolina.  A esta cifra hay que añadirle la de los gastos de comidas, cafés, aperitivos … que formaban parte del día a día de los empleados y que, de media, llegaban a suponer entre 200 y 300 euros mensuales.   

-Flexibilidad horaria y mejor conciliación familiar:  tener el puesto de trabajo en casa permite al teletrabajador, en la mayor parte de los casos, distribuir sus tareas a lo largo de su jornada. De este modo, se ha ganado  en tiempo   y  en calidad de vida, ya que se ha facilitado la conciliación familiar y doméstica. Numeras familias pueden ahora hacer una pausa para recoger a sus hijos en colegios y guarderías o llevarlos al médico sin necesidad de faltar al trabajo y ausentarse.  Por lo general, las familias han recuperado una convivencia que se había perdido en la espiral de estrés de las últimas décadas y han podido mejorar la organización de sus vidas.

Conciliar teletrabajo y vida familiar a veces no es fácil.

-Ahorro de costes empresariales: las empresas han descubierto el gran ahorro que también supone el teletrabajo.  Inmuebles, suministros,  gastos particulares por empleado, seguros…. A nivel global, se estima que solo en inmuebles e infraestructuras, las compañías ahorrarían unos 9.000 euros por empleado. En España, el ahorro se reduciría de media entre 1.000 y 5.000 euros por empleado, según EffiWork, la solución de gestión de personas desarrollada por WorkMeter.  La cifra puede incluso aumentar debido a que muchas compañías han decidido trasladar definitivamente sus sedes a inmuebles más pequeños, eliminar mobiliario, reducir  vehículos de empresa, eliminar o reducir partidas de representación, desplazamiento  y dietas, etc.   

-Mejora del medio ambiente: era de esperar. La gran reducción de los desplazamientos por tierra, mar y aire han supuesto un gran respiro para el planeta.  Atascos, caravanas, accidentes…  provocaban un enorme castigo al medio ambiente. La contaminación ha bajado a cotas desconocidas y han mejorando las condiciones climáticas en general.  Este es, de hecho, uno de los motivos que más refuerzan la defensa por reforzar y aumentar el teletrabajo,  porque se ha reducido en gran parte la producción de gases de efecto invernadero y se retrasa el cambio climático.

-Aumento de la oferta de puestos de teletrabajo: al ahorrar costes, las empresas han invertido más en capital humano. Un aumento en este tipo de trabajos, ya sea con contrato o como servicios de profesionales autónomos, ha compensando la pérdida de otros empleos más tradicionales.

-Aumento de la productividad laboral: debido a que ahora las tradicionales oficinas y están desiertas o son menos frecuentadas, se ha ganado en tiempo real de trabajo. Trabajar todos juntos estimula las conversaciones entre colegas, los paseos al baño o a la máquina de café con la consecuente pérdida de tiempo de trabajo reducen el aprovechamiento real de las jornadas laborales. Con el teletrabajo, la concentración mental ha aumentado, la dispersión .

Inconvenientes del trabajo en remoto

-Tecnoestrés y fatiga informática: los teletrabajadores iniciaron esta transformación sumergiéndose de lleno en su nueva modalidad de trabajo. Con  el ordenador instalado  en las casas, las jornadas laborales se han alargado ya sea por la nueva flexibilidad horaria adquirida o por temor del trabajadora a la eventual  desconfianza de los empresarios. Muchos trabajadores se lamentan de haber aumentado en varias horas su jornada laboral.

-Aislamiento laboral: el riesgo de desvinculación del trabajador con la empresa es una posibilidad que estuvo presente al principio. Pero se ha demostrado ser menor de lo que se temía. Por un lado, debido a que las empresas han acelerado la implementación de herramientas para mantener conectados  a sus empleados así como para mantener reuniones y poder seguir realizando el trabajo en equipo gestionando un control del tiempo efectivo de trabajo y de los proyectos, como Effiwork, de Workmeter, que permite tanto al empleado como a al empresa mantener una medición continua y exacta del progreso de sus proyectos y tareas.

-Empobrecimiento del intercambio de ideas e información entre colegas: evidentemente, el menor contacto entre compañeros de trabajo perjudica el intercambio continuo de ideas, propuestas, aportaciones… Sin embargo, la nueva mentalidad de actividad en remoto también ha inspirado a los creativos para innovar y aportar herramientas que permitan ese intercambio profesional  y evite que la interacción social entre compañeros de trabajo repercuta en su bienestar psicológico y productividad.  

-Seguridad informática: el auge del  teletrabajo ha abierto también las puertas al aumento de los ataques informáticos. Numerosas empresas, la mayoría escasamente preparadas o ni siquiera digitalizadas, han visto su seguridad comprometida así como los datos de sus clientes y empleados. La mayor parte de los cibertaques sufridos en estos meses se han especializado en el secuestro de información empresarial y personal  para obtener más dinero a cambio de su rescate. El aprendizaje en este sentido ha sido rápido y  la ciberseguridad es ya una de las prioridades en todas las compañías, que han empezado por establecer una política de protección de datos clara en las organizaciones y han invertido en sistemas de ciberseguridad.

-Riesgo de invasión laboral en la vida privada: los expertos en recursos humanos aconsejan delimitar y respetar los horarios del teletrabajo manteniendo unas buenas rutinas de concentración y actividad para ser eficientes y poder disfrutar del resto del tiempo libre. El rápido cambio que hemos vivido se ha adelanto a la elaboración de  leyes específicas para regular esta nueva realidad laboral. A diferencia de los primeros meses de la pandemia, ahora los horarios están más determinados y los teletrabajadores son muy conscientes de los límites, de los riesgos de no  respetarlos y de las necesidades tantos suyas como de la empresa.  

-Reducción ingresos en algunos sectores: la reducción de desplazamientos y la reclusión en las casas de los trabajadores, hay sectores que se han visto perjudicados. Ventas automóviles, restauración, hoteles, transportes, ocio, gimnasios, comercios como el textil o el del calzado, entre otros, han visto mermados sus ingresos por el teletrabajo. Sin desplazamientos, encuentros y reuniones físicas, ferias, congresos…  la actividad industrial y comercial asociada ha sufrido un drástico varapalo que les ha obligado a transformarse o morir.

Sobre Effiwork

EffiWork es una solución de gestión de personas para empresas. La aplicación, basada en tecnología SaaS recopila de forma 100% automática y objetiva métricas acerca del los tiempos de trabajo y del reparto del tiempo entre las distintas actividades y el uso de las aplicaciones. EffiWork  permite gestionar de forma más eficiente el desempeño de los empleados, mejorar la productividad y eliminar las barreras a la implantación de políticas de teletrabajo en las organizaciones.  Ofrece, también, un módulo de registro de la jornada laboral para  que la nueva Ley de control horario no sea un freno a la implantación de política de teletrabajo.  La aplicación es un desarrollo de WorkMeter, la compañía 100% española pionera en la medición automática de tiempos y cargas de trabajo en dispositivos tecnológicos.