El pasado miércoles 5 de agosto, se produjo la detención del jugador del Deportivo de La Coruña, Alex Bergantiños por la filtración de un audio de whatsapp dirigido a sus compañeros. La detención se produce en plena calle y en presencia de su familia. Esta detención ha sido duramente contestada por un Juzgado de La Coruña, quien ha emitido un Auto en el que cuestiona la actuación policial “por haber llevado a cabo la detención basándose en un simple audio de whatsapp de Alex Bergantiños a sus compañeros de equipo en el que no hay evidencia alguna de manipulación de ningún partido”. Dicho de otro modo, no existía ningún indicio de la comisión de un delito que justificara la detención del jugador.

El citado Auto, recoge también que “habría que tener más cuidado a la hora de utilizar los recursos públicos y no malgastarlos en asuntos sin relevancia como este”.

Se da la circunstancia de que la denuncia se interpone el mismo día de su detención en la Comisaría General de Policía Judicial y ésta, dispone el traslado de dos funcionarios del CENPIDA (Centro Nacional de Policía de Integridad en el Deporte y Apuestas) quienes en un tiempo récord acuden a La Coruña y proceden a la detención del citado jugador.

La denuncia, según la información que publican varios medios de comunicación, la interpone Florentino Villabona Madera, excomisario Principal y exDAO de la Policía Nacional y actualmente trabajador de la Liga de Fútbol Profesional. Parece ser que en la denuncia interviene también otro expolicía, Iñaki Arbea, trabajador también de la Liga de Fútbol Profesional y número dos de Florentino Villabona.

Florentino Villabona.

Según el Auto del Juez, no se pueden malgastar recursos públicos y no se puede utilizar a la Policía Nacional de esta manera, máxime teniendo en cuenta la falta de recursos humanos y materiales que sufre el Cuerpo.

Por este motivo, la Unión Federal de Policía pide que se abra una investigación interna sobre la actuación del excomisario de la Policía Nacional, Florentino Villabona, por si hubiera utilizado a funcionarios policiales para su uso como integrante de una institución privada. Pide también que se depuren las responsabilidades a que haya lugar por esta actuación policial sin precedentes y "que ha utilizado los escasos recursos de que disponemos para satisfacer el ego de un expolicía".

Por último, también quiere que se den explicaciones públicas de por qué se ha actuado de esta manera arbitraria y que ha puesto en cuestión, por su trascendencia, el buen hacer de la Policía Nacional en un asunto sin ninguna repercusión policial ni penal.