Domingo, 5 de agosto de 2018. Madrid, barrio de Vallecas. Son las 16.26 horas, hace mucho calor y en la calle no se mueve un alma. César Román, el Rey del Cachopo, llama a un taxi desde su teléfono móvil, un número que comienza por 6028.... Tiene que transportar hasta una de sus naves de Usera una gran maleta que apenas puede arrastrar. El taxista, José Luis López, identificado con el número 224, le ayudará a cargar la pesada maleta en el taxi, sin sospechar sobre su contenido.

- Operadora:Teletaxi, buenas tardes.

- César Román: Hola, buenas tardes. Quería una taxi para la calle López Grass 28.

- O: López Gras ¿número?

- CR: 28

- O: ¿Dos ocho?

- CR: Dos ocho.

- O: Vale y ¿qué piso es?

- CR: Lo voy a esperar en el portal...

- O: ¿A nombre de?

- CR: A nombre de César (Román).

- O: Muy bien, pues va para allá.

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La declaración de este taxista, que lo transportó hasta la nave en la calle Sebastián Gómez 3, del madrileño barrio de Usera con una gran maleta, el pasado 5 de agosto, e incluso lo ayudó a meterla en el maletero, se ha convertido en una de las principales prueba de cargo contra César Román, Rey del Cachopo, teniendo en cuenta que luego, dentro de esa valija, fue encontrado el torso de su novia Heidi Paz en avanzado estado de descomposición y al que habían amputado las prótesis mamarias y arrojado sosa cáustica en un intento de eliminar pruebas del crimen.

La Policía llegó hasta el taxista gracias al listado de llamadas desde el móvil de César Román, que fue intervenido judicialmente. A los investigadores les llamó la atención que hubiese una llamada al servicio de Teletaxi y pidieron el registro a la compañía, que les confirmó que un taxi recogió a Román en la calle López Grass 28, el domicilio que había compartido con Heidi Paz hasta entonces, el 5 de agosto. El taxi hizo un recorrido de 7.067 metros, entre Vallecas y Usera, y tardó 14 minutos en llegar. El taxista cobró por el servicio 12,90 euros.

Datos obtenidos por la compañía del taxi.

José Luis López Reyes, el taxista, prestó declaración ante la Policía el 29 de octubre de 2018, a las 11.15 horas y señaló la fotografía de Román sin ningún género de dudas como la persona que recogió en Vallecas. En su declaración llama la atención que César se presentó como representante y le dijo que viajaba mucho y que su mujer se estaba mudando, también recordó un dato importante, el peso de la maleta que portaba el Rey del Cachopo.

Entrada de la nave de Usera donde se halló el cadáver de Heidi Paz.

Un pequeño incendio el 13 de agosto en esa misma nave de Usera destapó el crimen. El fuego se provocó en un intento de quemar las prótesis mamarias del torso de Heidi. Aquello hizo que un vecino llamase a los bomberos, que al entrar en la nave encontraron el cuerpo de Heidi Paz. Cuando llegaron los efectivos de la Policía Nacional se dieron cuenta de que no había sido un fuego accidental, sino que habían tratado de hacer desaparecer unas prótesis mamarias que pertenecían a unos restos humanos dentro de una maleta, en concreto el torso de una mujer.

Lugar donde se intentaron quemar las prótesis mamarias.

El grupo de Policía Científica que inspeccionó la nave al día siguiente tomó numerosas fotografías de todo lo importante o reseñable para la investigación. Ese material ha sido ahora aportado a la causa a petición del nuevo abogado del Rey del Cachopo, Manuel Alonso, que quiere tener la certeza de que la investigación fue realizada de manera escrupulosa y con todas las garantías procesales.

En ese rincón fue encontrada la maleta con restos humanos en avanzado estado de descomposición.

El taxista no fue el único testigo incómodo que vio la maleta junto a César Román. Sin que él lo supiera unos ojos rasgados vigilaban desde la misma calle López Grass sus movimientos. La dueña de un bazar en el número 19, Hai Hong Zhou, recordaría 30 días después a César Román arrastrando una gran maleta oscura por la zona.

La nave había sido alquilada por César Román, el Rey del Cachopo, que desde el mismo día 13 de agosto apagó su teléfono móvil. Luego huyó a Zaragoza y allí permaneció bajo dos identidades diferentes hasta que fue reconocida por la persona que lo había contratado para trabajar en un restaurante y fue detenido por la Policía.