“Las drogas y el alcohol habían influido mucho en su vida. Egocéntrico, narcisista, persona problemática, antisocial. Las leyes son para los demás, no para mí”. Así ha definido el criminólogo Vicente Luis Planas Gimeno para elcierredigital.com a Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, marqués de Perijá y conde de Atares. O, como también es conocido: el aristócrata que ha asesinado, presuntamente, a su mujer y a una amiga en una vivienda de la calle Serrano, en Madrid.

El hombre, de 53 años, mató presuntamente a su mujer de 44 y a una amiga de esta, de 70, la madrugada del lunes de un disparo en la cabeza y después se suicidó con un arma corta. Según el criminólogo —fundador de la web Lexcrim—, el asesinato tuvo que suceder a raíz de “un detonante, es decir, bajo mi punto de vista hay algo que le incita a esta acción”. Esto es así porque, según comenta a elcierredigital.com, la mujer del aristócrata “ya temía que algo iba a decirle o algo iba a pasar, porque va acompañada de otra mujer”.

Perfil del típico agresor de violencia de género

Según Planas, el marqués “es el típico agresor de violencia de género”, con un comportamiento acorde a ese perfil. Una afirmación que viene avalada por los antecedentes que pesan sobre él: “Ya tenía antecedentes por denuncias contra su madre y su hermana, por violencia. Tenía denuncias por violencia también de ella, en 2018, creo. Si hubiera seguido con la denuncia y hubiera estado en la red de VioGen tendría una orden de alejamiento de esta persona lo más seguro”, confirma.

Además, las edades de su mujer y la del propio marqués entrarían dentro de los parámetros de asesinato por violencia de género: “En los casos de homicidios sí que suele darse que el asesino tiene 10 o 15 años más que la víctima”

Mujer del marqués.

El marqués de Perijá, además de poder tener un “alto grado de conflictividad” con su pareja, también era muy “violento verbalmente con los vecinos, incluso con alguno tuvo una conducta muy antisocial”. Una situación que hacía, según el criminólogo, que este desenlace fuese algo que “los allegados, sobre todo, sabían, porque es algo que se veía venir, pero no se ha podido predecir”.

Planas insiste en que, en este caso, una de las cosas a tener en cuenta es el detonante que provocó esa reacción, que tenía que ser “bastante fuerte para que él decidiera terminar con la vida de la mujer. Es decir, lo más seguro es que si [la mujer] estaba recogiendo las pertenencias para irse, el abandono sería una de las opciones”.

Narcisista y egocentrista desde la cuna

Además de tener un perfil típico de maltratador, Planas identifica “el narcisismo y el egocentrismo” como rasgos principales de su personalidad. Unos rasgos que estarían ensalzados por “el alcohol y las drogas” que consumía. “Se sabía que salía por las noches de Madrid”, comenta el criminólogo.

Estas características de su personalidad hacían que el marqués se “creyera que era alguien importante y por eso podía hacer lo que le diera la gana”. Unos aspectos de su carácter que, según confirma Planas, “le han venido inculcado desde la niñez, en la educación que poco a poco le han dado. Ha ido acumulando esos valores que después se han agravado, en el caso de que le hayan dado los títulos y se haya creído Dios”.

Y se han visto reflejados, según la opinión del criminólogo, en el modo de perpetuar el crimen: de dos únicos disparos en la cabeza. “La ejecución con el tiro en la cabeza denota superioridad sobre otra persona. Y sienta los límites entre ambas personas. Es decir, ya no hay arraigo. Si la estrangula es porque hay una pasión. La pistola es el medio que intenta poner separación entre ambos. Pegarle un disparo es algo muy frío, muy calculado”.

Fascismo, violencia y comportamiento con la nobleza

Otro de los aspectos que el criminólogo ha querido resaltar es “toda la ideación fascista que se encuentra en su casa y toda la simbología que le acerca aún más a esa ideología de supremacía, egocentrismo, de narcisismo. Son elementos que recalcan mucho más su personalidad. No es una persona enferma, es decir, no es psicopática porque él al suicidarse reconoce que lo ha hecho mal. Él sabe discernir entre el bien y el mal”.

El criminólogo Vicente Luis Planas Gimeno.

Según Planas, es todo este egocentrismo y esta creencia de su alto estatus lo que le lleva a cometer finalmente el suicidio. “Esto fue aproximadamente a las dos de la mañana, ya con los cadáveres, y estaría barruntando qué hacer. No vio escapatoria. La sociedad le va a reprochar a él, no va a tener el mismo estatus que estaba teniendo hasta ahora y eso de terminar en la cárcel muchos años, lo más seguro es que pudiera con él. Por eso, él la única salida que ve es el suicidio”, explica.

Aunque algunos de sus allegados, y en especial su mujer, pudieran conocer este comportamiento violento, Planas afirma que el marqués tenía una pose muy diferente con la gente de su entorno. “Cuando está con los suyos, con el resto de los nobles, todos dicen que es una persona agradable, simpática… Los de la zona, los comerciantes dicen ‘incluso me dio la tarjeta’. Otro dice que daba hasta propina a los camareros”, comenta.

Sin embargo, toda esta amabilidad se acababa cuando algún asunto le afectaba personalmente. Un ejemplo de esto fue la situación del Banco Madrid en la que se vio envuelto, en la que le retuvieron 740.000 euros. “En los vídeos del Banco de Madrid se le ve muy violento. Cuando tú le tocas a él personalmente, es muy violento. Vemos en los vídeos que dice ‘los podríamos ejecutar”, añade.

Toda esta información pone perspectiva sobre la personalidad del hombre que acabó presuntamente con la vida de dos personas además de la suya propia. Sin embargo, todavía está por esclarecer qué es lo que sucedió en aquella vivienda para acabar con ese trágico desenlace.