Un 18 de agosto del año 1936, el poeta Federico García Lorca era asesinado por el régimen franquista en Granada. Lorca fue fusilado, según explicaban en el informe de la Jefatura Superior de Policía de Granada emitido en 1965, por “socialista, masón y homosexual”. El hecho de que fuera socialista ha hecho que, como cada año, los diferentes miembros socialistas de la política española recuerden su muerte.

Federico García Lorca había publicado obras que han pasado a la posterioridad como clásicos de la literatura española, como 'Poeta en Nueva York', 'Bodas de sangre' o 'La casa de Bernarda Alba', este último publicado un mes antes de su muerte.

Al estallar la guerra, Lorca se mudó a la casa de Luis Rosales, un poeta falangista que intentó protegerle. Sin embargo, un chivatazo hizo que fuera detenido y, tan solo 48 horas después, asesinado pese a los intentos de Rosales y del propio Manuel de Falla por convencer al Gobernador Civil de salvarle. Lorca tenía 38 años cuando murió.

A pesar de las infructuosas búsquedas, no se ha conseguido encontrar el cuerpo del icónico poeta español fusilado por sus creencias y su orientación sexual. Un poeta que, además de inquietud por la poesía, era un apasionado de los toros, de los que decía que eran “la fiesta más culta del mundo”.

Otros votantes de izquierda que también son grandes seguidores de la tauromaquia son Joaquín Sabina, Andrés Calamaro y Joan Manuel Serrat. El mundo del toro siempre ha estado estrechamente vinculado con la creación artística a lo largo de la historia. En el ámbito pictórico es fácil encontrar motivos taurinos en la obra de grandes artistas de distintas épocas o tendencias: Murillo, Goya, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Cristóbal Toral o, más recientemente, Costus.

La vinculación con los toros del cine y la literatura

El arte por antonomasia del siglo XX, el cine, también ha contado entre algunos de sus grandes creadores con aficionados a los toros: Abel Gance, Chaplin, Orson Welles, Rafael Gil, Luis Buñuel… El ejemplo más reciente en nuestro país es Pedro Almodóvar que en su cinta Hable con ella realizó un homenaje al mundo taurino realizando imágenes de gran belleza plástica.

Ignacio Sánchez Mejías y el cuerpo sin vida de su maestro Gallito.

La literatura también ha estado muy vinculada al mundo del toro. Hoy en día tiene entre sus grandes defensores al Premio Nobel hispano-peruano Mario Vargas Llosa. No es el único caso, el mundo de la poesía ha sabido ver en la mezcla de sexo y muerte que desprende la tauromaquia una gran fuente de inspiración. Especialmente recordadas son las referencias al mundo del toro en la obra de Federico García Lorca, símbolo de la Generación del 27 y de la represión sufrida por los artistas comprometidos con la izquierda al estallar la Guerra Civil tras el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936.

Una de ellas es la elegía 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', publicada en la revista Cruz y Raya y que estaba dedicada a Ignacio Sánchez, un torero que era gran amigo del poeta y que murió a causa de una cornada.