27 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Según revela el presidente de SOSDesaparecidos,Joaquin Amills, "el caso ha sido trasladado al Juzgado de violencia contra la mujer número 9 de Madrid"

Novedades desaparición Ana María Knezevich: "El FBI pidió que su marido se sometiera a un polígrafo y se negó"

El Cierre Digital en Cartel de SOSDesaparecidos con la imagen de Ana María Knezevich.
Cartel de SOSDesaparecidos con la imagen de Ana María Knezevich.
El pasado 2 de febrero la colombiana Ana María Knezevich desapareció sin dejar rastro. Recientemente, tal y como contamos en elcierredigital.com, SOS Desaparecidos, a través de su abogado Juan Manuel Medina, se ha personado en el caso, caso que ha sido trasladado al Juzgado de violencia contra la mujer número 9 de Madrid. Tal y como ha revelado Amills, el presidente de SOS Desaparecidos, "hay colaboración entre el FBI y la Policía española" y "creemos que se trata de una desaparición forzosa".

Hace más de un mes que Ana María Knezevich desapareció de su piso de Madrid sin dejar rastro. Desde lo ocurrido aquella noche, de la que han trascendido pocos datos, nadie ha visto a Ana María ni ha habido novedades sobre su paradero.

Tal y como recalcó Joaquín Amills, presidente de la asociación SOSDesaparecidos y portavoz de la familia, en conversación con elcierredigital.com, “la Policía Científica encontró restos biológicos en el piso de Ana María. Esto no hace más que reafirmar la teoría que se ha mantenido desde el primer día de que no se trata de una desaparición voluntaria, sino forzosa. Transcurrido tanto tiempo sin tener ninguna noticia ni ningún avistamiento, todo apunta a la hipótesis clara y firme de que Ana María fue víctima de una desaparición con acto criminal”.

Por otra parte, Amills contó que su "abogado Juan Manuel Medina, que lleva bastantes casos desde la asociación, se personó en la causa abierta por la desaparición de Ana María, que al principio estaba en el juzgado de instrucción número 51 y que ha sido trasladado al de violencia contra la mujer número 9 de Madrid".

Novedades en el caso de la desaparición de Ana María

En conversación con elcierredigital.com, Joaquín Amills sostiene que "la personación en nombre de la familia de Ana María es un paso más, porque, como hemos mencionado, creemos que se trata de una desaparición forzosa". Y ha puntualizado que "nos consta que existe una gran colaboración entre el FBI y la policía española y, por supuesto, la familia está confiando en ambas".

Ana María Knezevich.

El presidente de SOSDesaparecidos ha querido destacar tres acciones realizadas por el marido de la desaparecida que, en su opinión, resultan como poco llamativas. "Es curioso que el esposo de Ana María, de quien ella se quería divorciar, haya vendido una gran parte del patrimonio que acumulaban ambos. Por otro lado, también lo es que, en los inicios, diera el paso de contratar a un abogado criminalista en Estados Unidos y, por último, que ante la petición del FBI de someterse al polígrafo, este se negara", expone Amills.  

Las claves del caso

El principal motivo de que Ana María estuviese viviendo en España fueron las desavenencias que surgieron con su marido durante el divorcio. El portavoz de la familia señaló que éstas “principalmente, eran económicas. Según el testimonio de varias personas cercanas a Ana María, ella pedía que el reparto fuera equitativo porque la empresa era de ambos, aunque ella era la responsable. Eso molestó mucho a su esposo, que pretendía que Ana María tuviera un 25 por ciento del patrimonio y no un 50, pero Ana María no cedió”.

“Desde Estados Unidos nos indican que gran parte de ese patrimonio ha sido vendido por el marido de Ana María, que todavía se encuentra en Serbia. Y nos resulta muy extraño que desde hace varias semanas el marido de Ana María no tenga ningún contacto con la familia de la desaparecida, que no se haya dignado a colaborar o informar. Es algo anómalo cuando el matrimonio todavía no se ha divorciado y estuvieron trece años casados”, añadía Joaquín Amills.

Por otra parte, Amills subraya que le resulta "muy significativo que el esposo haya buscado un abogado criminalista en Estados Unidos a raíz de la desaparición. Si no tiene nada que esconder y está dispuesto a colaborar en todo, no tiene sentido que contrate a un abogado criminalista. Nos resulta surrealista que este abogado haya hecho defensa de su cliente diciendo que no ha venido a España porque no entiende el español y no tiene casa en España. También es muy extraño que haya dicho que hasta el momento su cliente no es sospechoso ni está siendo investigado, cuando todos sabemos que el círculo cercano a una persona son los primeros investigados y sospechosos”, insiste el portavoz de la familia.

Los hechos

A raíz del divorcio que estaba viviendo, Ana María se trasladó a Madrid hace aproximadamente un año. Su hermano Felipe explicaba que el 14 de enero de 2024 Ana María quiso retomar la relación con él y con su madre. “Me pidió disculpas y me dijo que quería estar cerca de nosotros. Diez días después me contó su situación respecto al divorcio y me explicó que tenía depresión, pero que estaba mejorando mucho”, narraba Felipe.

Mensajes enviados desde el teléfono de Ana María.

La joven estaba buscando piso en Madrid para mudarse de casa. Además, el 5 de febrero tenía planeado un viaje a Barcelona con una amiga suya. Su hermano relataba que el día de su desaparición estuvo hablando con una amiga suya por audio y se mandaron canciones. También hablaron del viaje que tenía previsto a Barcelona el 5 de febrero. En esa conversación Ana estaba bien y muy ilusionada. En la noche del viernes a otra amiga le dijo que estaba en casa y que estaba bien”.

Estos fueron los últimos mensajes que Ana compartió con sus amigas, ya que a la mañana siguiente su móvil estaba apagado. Sin embargo, pese a dejar en leído a dos de sus amigas, envió dos mensajes de WhatsApp a otras amigas. Estos dos mensajes eran idénticos, aunque uno estaba escrito en inglés y otro en español. En ellos decía que había conocido a un tipo encantador y que se iba a una casa a dos horas de Madrid, pero que no le iban a llegar los mensajes y que llamaría cuando volviese. Las amigas le pidieron que compartiera ubicación, pero desde que se enviaron esos mensajes su teléfono no se volvió a encender y no volvió a decir nada.

Felipe afirmaba que en los mensajes enviados “mi hermana no parece ella, además, nunca ha hecho algo así. Es como si el mensaje estuviera traducido directamente desde Google. Sus amigas nos han dicho que se les hace muy extraño, porque ella nunca ha hecho eso. Era la primera vez que desaparecía y el único problema que ha tenido en su vida es el divorcio. Es una persona muy amorosa y atenta, nunca se iría tantos días sin decir nada de manera voluntaria”.

Cámaras de seguridad del edificio donde residía Ana María.

Cuando sus amigas acudieron al edificio vieron que tanto la cámara del telefonillo como la de la entrada del edificio estaban tapadas con un spray negro. “Según le dijeron los vecinos a sus amigas, en la noche del viernes al sábado habían intentado robar en el edificio. Sin embargo, ningún vecino reportó ningún robo. Teniendo en cuenta el estado de las cámaras, del telefonillo y los mensajes que envió, creo que fue algo planeado y alguien se la ha llevado”, sostenía Felipe.

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