08 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El exdiputado, uno de los padres de la Constitución y letrado de la infanta Cristina se ha desprendido de sus acciones en su despacho RocaJunyent

Miquel Roca culmina su jubilación: El poderoso abogado e historia viva estatal descarta destapar los secretos que guarda

Exclusiva
/ Miquel Roca. Foto: Youtube.
Miquel Roca Junyent ha dado un paso atrás a sus 83 años al desprenderse de las acciones que tenía en el despacho de abogados que fundó hace casi tres décadas, RocaJunyent. El padre de la Constitución, que ha rechazado varios envites para escribir sus memorias, se mantiene como presidente de honor del bufete mientras las riendas del mismo las toma definitivamente su hijo Joan, que ha implementado un plan estratégico en la compañía tras abortar su internacionalización.

Miquel Roca enfila, a sus 83 años, su jubilación definitiva tras desprenderse de las acciones del despacho de abogados que fundó hace 27 años, RocaJunyent. Su hijo Joan Roca ya advirtió hace unos meses que el tiempo laboral de su progenitor había pasado: "Miquel sigue siendo muy relevante, pero está desligado de la gestión".

"La venta es un paso más en el plan de relevo generacional de la firma", explican desde el bufete fundado por el histórico dirigente 'convergente', que se mantiene como presidente de honor de la firma tras haber anunciado en 2017 que iba a ir dando pasos atrás en el negocio. 

"El relevo generacional es necesario en un despacho como el nuestro, con vocación de permanencia. Ni debo ni voy a estar en la dirección del bufete", aseguró hace 6 años en una entrevista conjunta con su hijo Joan, centrado hasta 2025 en ejecutar un plan estratégico que permita a la compañía encauzar su situación tras rebajar facturación y abortar su internacionalización. 

Historia viva

Fuentes del despacho consultadas por Elcierredigital.com detallan que Roca Junyent no ha querido asumir una tarea habitual entre los políticos veteranos: narrar sus memorias. Planeta cortejó a este abogado, que es historia viva a nivel estatal, pero este rechazó el millonario envite. 

Miquel Roca Junyent (Burdeos, 1940) nació en el seno de una familia marcada por la política, su padre fundó Unió Democràtica de Catalunya, y por la Guerra Civil, ya que cuando él vio la luz sus padres llevaban cuatro años exiliados. 

La II Guerra Mundial, como a tantos otros defensores de la II República huidos a Francia, les encajonó, al encontrase entre dos monstruos fascistas. Así que, ese mismo 1940 la familia volvía a España sin el padre en la expedición, Juan Bautista Roca, que cruzaría la frontera tiempo después. 

"Yo siempre digo que nací bajo las bombas de Hitler. El día que yo nací era el aniversario del Führer, y para celebrarlo bombardearon desde el mar el puerto de Burdeos. Nos pusieron a todos en los sótanos, mi padre con mis seis hermanos, mientras yo nacía. Cuando naces bajo las bombas de Hitler ya tienes toda la épica del mundo incorporada", explicó. 

Roca Junyent se hizo abogado tras aprobar Derecho en la Universidad de Barcelona. "En mi casa éramos de letras. Mis padres eran gente muy cultivada y con un sentido muy desarrollado del respeto, del valor del derecho y de la convivencia", recordó en una entrevista en Cinco Días

El valor del derecho lo defendió como abogado y profesor, y la convivencia mediante el sindicalismo antifranquista y la militancia en el progresista Front Obrer de Catalunya en el que también militaban otros antifascistas que luego se convertirían en estrellas del PSC, Pasqual Maragall o Narcís Serra. 

"La vida en el régimen para los que estábamos politizados y queríamos cambiarlo era difícil, pero la clandestinidad, el riesgo… eran apasionantes", señaló. 

Del pujolismo a Zarzuela

En 1974 Roca Junyent se convertía en uno de los fundadores de Convergencia Democràtica de Catalunya, escudería con la que se convirtió en uno de los siete padres de la Constitución española y en redactor del Estatuto de Autonomía de Cataluña. 

Desde 1977 ocupó escaño en el Congreso de los Diputados, siendo portavoz y líder del "sector negocios" del pujolismo en Madrid. En 1980 Convergència, aliada con la Unió que fundó su padre, se hizo con el poder autonómico en Cataluña y se convirtió en espejo para la alicaída derecha española, en shock después de 1982, tras la práctica desaparición de la UCD y la incapacidad de AP para conquistar a capas templadas de la sociedad. 

Parte del establishment madrileño, especialmente económico y mediático, encontró a Roca como el candidato preferido para combatir contra la asfixiante hegemonía socialista. Su pasado antifranquista le desprejuiciaba ante los socarrados Manuel Fraga y Adolfo Suárez, lastrados por su connivencia con el Régimen pretérito. 

Miquel Roca. Foto: Fundación Adolfo Suárez. 

Pero la 'Operación Roca' naufragó en 1986 con el propio Roca como candidato a la presidencia del Gobierno desde Barcelona y con su íntimo amigo Florentino Pérez como número 1 por Madrid. 

Tensión

El desgaste socialista detectado a partir de principios de los noventa desgastó a Roca, incómodo porque Jordi Pujol le quitó su autonomía al dictarle la lista del Congreso en 1993. De aquellas elecciones salió vivo Felipe González gracias a CiU, pero Roca no soportó la tensión y en 1995 dejó la Cámara Baja para intentar asaltar la alcaldía de Barcelona, pero su excompañero Maragall le barrió. 

Roca, convertido en ejemplo del 'seny catalán' por la prensa madrileña, no puso pie en pared a nivel político y en 1996 fundaría su despacho RocaJunyent, que se haría grande tras su adiós definitivo al Ayuntamiento de Barcelona, allá por 1999. 

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Miquel Roca y Jordi Pujol.

Este abogado fue haciendo fortuna, con un pie en la Ciudad Condal y otro en la capital del Estado, gracias a la centralidad política que lograba ocupar entre las élites madrileñas.

Esta capacidad es tal que José María Aznar le ofreció ser ministro de Exteriores en 2002, Felipe González coescribió un libro juntó a él en 2011 y Juan Carlos de Borbón le contrató en 2013 para defender los intereses de la infanta Cristina a cuenta del 'caso Nòos'

Entre medias, demostró que no sintonizaba con José Luis Rodríguez Zapatero, al que en 2009 pareció achacarle la crisis mundial que golpeó con severidad a España: "La recuperación económica depende de la sensación de que hay alguien al frente que controla y de que las propuestas sean creíbles y no puede ser que hagamos el ridículo como lo estamos haciendo, porque esto es patético. Tenemos un problema político que tan sólo se puede resolver desde la política". 

Con un tono impropio de su trayectoria, Roca Junyent aseguró que "Adolfo Suárez no tenía una preparación notable, pero tenía una idea de país, igual que Felipe González. Incluso en la primera época de Aznar había una idea de país. González se hizo grande cuando le hicieron la huelga general, le hizo mucho daño, porque la encabezó su propia gente, pero él sabía que no podía ceder". 

Y aventuró que "tendría prestigio un político que sea capaz de reconocer que estamos mal y decir abiertamente que se han acabado las demandas y que nadie venga a pedir nada en tres años porque no se concederá y vienen tiempos muy duros; con eso ganaría prestigio". 

El lado oscuro  

La Guardia Civil destapó que Roca donó 10.000 euros a Convergència apenas 24 horas después de recibir una adjudicación de 90.000 euros de la Generalitat de Catalunya, lo cual la Benemérita entendió como el pago de una mordida del 11 por ciento al pujolismo

No es el único síntoma de su lado oscuro: el juez José Castro denunció que desde su despacho de abogados le ofrecieron una "reunión clandestina" en plena instrucción del Nòos, presuntamente con el ánimo de preparar el golpe que se le podría avecinar a la infanta. 

Replegándose

Más de 200 abogados y 40 millones de euros de facturación convirtieron a RocaJunyent en un ejemplo de bufete a nivel estatal. Tanto éxito les invitó a internacionalizarse, llegando a tener oficina en Shanghái. 

Pero con el paso del tiempo la cifra de negocio ha atemperado, en la actualidad ronda los 30 millones, y el bufete 'solo' cuenta con cuatro oficinas propias, Madrid, Barcelona, Girona y Tarragona, y varias asociadas, Palma de Mallorca, Lleida, Sevilla, Málaga, Badajoz, Valladolid, Bilbao y Burgos. 

Roca Junyent, tantos años consejero de ACS o Endesa, tiene la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Orden del Mérito Constitucional y el Gran Collar de la Orden del Mérito Civil.

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