Manuel Filiberto de Saboya, el 'showman' de la realeza que renunciará al trono italiano

Ha pasado por el exilio, ha explotado su perfil de aristócrata, ha debutado en los platós de televisión como bailarín, cantante o tertuliano y, como consecuencia, se ha consagrado como showman de la televisión italiana. El aristócrata Manuel Filiberto de Saboya es una de las figuras más camaleónicas de la realeza europea. 

Su apellido lleva intrínseco una historia de traiciones, reyertas y amores que envuelven una de las cuestiones dinásticas que a día de hoy perdura. En última instancia, el aristócrata ha manifestado su intención de renunciar a su aspiración al trono italiano, el cual le correspondería asumir tras el fallecimiento de su padre, Víctor Manuel de Saboya, quien tiene 86 años. Por ello, será su hija mayor Vittoria Chiara, de 19 años, quien ostentará el papel de pretendiente al trono italiano.

"Será un enorme placer dar un paso atrás y dejar que asuma ese papel, algo que estoy seguro que hará mejor que yo. No será mañana ni dentro de un año, sino cuando ella esté preparada. Es importante que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de poner en práctica ideas modernas y novedosas. Son mucho más conscientes que nosotros de los problemas a los que se enfrenta el mundo. Y es importante que no se convierta en heredera en una fase demasiado tardía de su vida”, ha declarado Manuel Filiberto de Saboya al diario británico Daily Telegraph.

Casa de Saboya: Peleas, exilio y traiciones 

Desde su fundación, la Casa de Saboya ha despertado atracción a historiadores y cronistas de la realeza. Durante los siglos XIX y XX, llegaron a ostentar las coronas del reino de Italia y España, además de tener en su poder el ducado de Saboya. 

Fue fundada por el noble Humberto Mano Blanca y a lo largo de su historia ha encabezado movimientos políticos de tal relevancia como el de la unificación italiana. El 18 de febrero de 1861 se reunió en Turín un Parlamento con representantes de los estados saboyanos que proclamarían a Víctor Manuel de Saboya rey de Italia. 

La dinastía de los Saboya duró desde 1861 hasta 1946 y en ella se sucedieron cuatro soberanos: Vittorio Emanuele II, Umberto I, Vittorio Emanuele III y Umberto II. Tras la derrota del militar Benito Mussolini y como consecuencia, el fascismo italiano, el monarca Vittorio Emanuele III decidió abdicar en favor de su hijo Umberto II con el fin de salvar la institución monárquica. Posteriormente, marchó al exilio. 

Un mes después de la marcha del rey, en junio de 1946 tuvo lugar la celebración del referéndum popular por el que los italianos decidían si mantener la monarquía o introducir la república. Un 54,27% de la población eligió la llegada de la República y el monarca Umberto II, por decisión propia, se marchó a Portugal, evitando así el inicio de una guerra civil entre ambos bandos. Su hijo Vittorio Emanuele pudo volver a Italia en 2002 tras la derogación de la ley que impedía la entrada al país de los descendientes varones del último rey italiano.

Amadeo, duque de Aosta.

En dicha cuestión dinástica cabe destacar la aparición de la rama de la casa ducal de Aosta y otro personaje que desató la polémica por autoproclamarse jefe de la casa real italiana. Estamos hablando del duque Amadeo III de Saboya-Aosta. Era hijo Irene de Grecia, por lo que era uno de los primos de doña Sofía, y Aimón de Saboya, quién gobernó de manera breve en Croacia con el nombre de Tomislav II bajo el amparo del régimen de Mussolini.

La infancia del aristócrata estuvo marcada por dos trágicos golpes. Su padre se vió obligado a renunciar a la corona croata y ofreció el apoyo a su primo, Victor Manuel III. Como consecuencia, el ejército nazi les apresó a él y a su madre y fueron internados en el campo de concentración de Hirschegg, donde permanecieron hasta el fin de la guerra en 1945.

A su salida del campo, madre e hijo esperaron reunirse con su padre, cosa que jamás sucedió. Aimón de Saboya dejó Italia al proclamarse la II República y falleció en 1948 en Argentina, donde pasó los dos últimos años de su vida. Como consecuencia, Amadeo heredó el título de duque de Aosta. Desde su nacimiento, el duque de Aosta recibió la pretensión de reinar en Croacia, España e Italia. Un hecho que le acompañó durante toda su vida y que se evidenció en la boda de los entonces príncipes de Asturias el 22 de mayo de 2004.

La tensión comenzó en el madrileño hotel Palace donde ambos se alojaban y culminó en una de las fiestas clandestinas que se celebraron en el Palacio de la Zarzuela tras el enlace. La casa real española sabía de las rencillas que ambos mantenían y por ello, tanto en la ceremonia como en el banquete, les asignaron sitios diferentes. 

Tal y como relató la princesa y examante del Emérito Olghina di Robilant al diario 'La Repubblica', tras increparle en varias ocasiones con diversos insultos, el duque de Aosta le propinó un puñetazo a Victor Manuel de Saboya por los derechos dinásticos de Italia. La reina Ana Maria de Grecia tuvo que separarles y don Juan Carlos les espetó un firme “nunca más”.

No obstante, las aguas consiguieron calmarse y ambos llegaron a una situación de cordialidad. El duque de Aosta falleció el 1 de junio de 2021 y, tal y como afirmaron fuentes cercanas a la casa de Saboya, Víctor Manuel sintió mucho la muerte de Amadeo. 

El 'showman' de la realeza italiana

Manuel Filiberto de Saboya es el único hijo del aristócrata italiano Víctor Manuel de  Saboya, hijo del último rey de Italia, Humberto II, y la ex esquiadora marina de origen suizo Marina-Ricolfi Doria. Ambos se conocieron en 1960 en la Sociedad Náutica de Ginebra, donde practicaban esquí acuático.

La pareja se casó en una ceremonia civil celebrada en enero de 1970 y un año después, por el rito religioso en la ciudad israelí de Teherán. El monarca Umberto II se opuso a esta unión. El 22 de junio de 1972, la pareja dio la bienvenida a su único hijo, el aristócrata italiano.

Como consecuencia del exilio de su progenitor, Manuel Filiberto pasó su infancia en Suiza y, al igual que su familia, tuvo la oportunidad de regresar a Italia en 2002. Por aquel entonces, Manuel Filiberto tenía 30 años. A pesar de pertenecer a la realeza, esto no ha sido un impedimento para que el aristócrata explote otras facetas que nada tienen que ver con el protocolo real.

Manuel Filiberto de Saboya junto a Clotilde Courau y sus padres, Victor Manuel de Saboya y Marina-Ricolfi.

Ha aparecido en la pequeña pantalla como tertuliano y colaborador televisivo, cantando e incluso bailando. En 2009, ganó el programa 'Mira quien baila' e incluso se lanzó a cantar en el Festival de San Remo. Además, ha sido concursante de espacios como 'La isla de los famosos' y también, ha realizado varios cameos en el cine. En la actualidad, el aristócrata dirige una compañía de foodtrucks de cocina italiana. 

'El príncipe de Venecia'

Una de sus últimas aventuras la ha puesto en marcha en el ámbito de la política. En 2020 fundó el movimiento Più Italia (Más Italia), que buscaba "propuestas y soluciones concretas" para el porvenir del país transalpino.“Si la política no es capaz de imaginar el futuro de un país, el nuestro, debemos ocuparnos todos nosotros”, declaró.

Manuel Filiberto de Saboya.

En una entrevista para el diario Il Corriere della Sera afirmó que “no es este el tiempo de la polémica, si acaso el tiempo del amor. Mirad, yo siempre he amado a mi país, desde pequeño, cuando podía solo mirarlo desde lejos. Me he decidido a hacer algo concreto por nuestra Italia”.

Pese a pertenecer a una familia a la que se le impide reinar, Manuel Filiberto siempre ha buscado su hueco en la realeza europea, e incluso buscaba que se le nombrara como Su Alteza Real Príncipe del Piamonte y de Venecia. Un hecho que, en su día, generó controversia en el Estado italiano. 

Su matrimonio con Clotilde Clourau

Desde su juventud, Manuel Filiberto de Saboya ha sido considerado, al igual que el entonces príncipe de Asturias, como uno de los 'solteros de oro' de la realeza europea. Hasta 2002, cuando conoció a la actriz francesa Clotilde Courau. Nacida en 1974, en un barrio a las afueras de Paris, en el seno de una familia formada por un ingeniero y una profesora, está considerada como una de los iconos cinematográficos de Francia además como de figura emblemática de la moda parisina. 

La pareja se conoció en una fiesta organizada por el príncipe Alberto en Mónaco. Él tenía 27 años y ella 31 años. "Estábamos todos en la mesa, la noche que la vi por primera vez. Me senté a su lado y busqué la aprobación de Johnny con la mirada. Él me guiñó un ojo", declaró el aristócrata. Ella se mantuvo reticente ya que había finalizado una relación tormentosa con el actor francés Guillaume Depardieu, hijo del intérprete Gerard Depardieu.

Manuel Filiberto junto a Clotilde Courau.

La pareja pasó por el altar el 25 de septiembre de 2003, en la basílica de Santa María degli Angeli, en Roma. Durante la ceremonia, la novia, que iba vestida por el diseñador italiano Valentino y se encontraba embarazada de seis meses, se vio obligada a pronunciar los votos matrimoniales en italiano y no en francés, su lengua materna. 

Una de las condiciones que puso Clotilde fue que tras su boda su ritmo de vida no sufriera cambios que afectaran a su estabilidad, por lo que continuó con su trabajo al lado de directores como Olivier Dahan o Philippe Garrel. Y así ha sido. Clotilde ha continuado trabajando como intérprete. 

Manuel Filiberto de Saboya junto a sus hijas Luisa y Vittoria. 

En cuanto a su descendencia, la pareja ha sido padre de dos hijas. Luisa, nacida en 2006, quien mantiene un perfil bajo frente a los medios de comunicación, y Vittoria, modelo e influencer, que trabaja como maniquí en Paris.

Ahora, tras la última decisión de su padre, Vittoria se convertiría en la primera mujer en ostentar la jefatura de la casa de Saboya a lo largo de toda su historia.