20 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Alfonso Abril

Pedro Sánchez, 5 días - Dios, 7 días

Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.

España merece algo más que un teatro político que ha construido durante cinco días, (dos menos que Dios en hacer el Mundo), teniendo en vilo a la ciudadanía con su puesta en escena entreteniendo al país en conjeturas quinielisticas y logrando con ello, tapando, ocultando y retrasando toda una serie de actuaciones de fondo escabroso y de difícil digestión por el personal.

Por suerte él (DIOS), tuvo tiempo sin reflexiones y sin consultar con la paloma de la Santísima Trinidad sobre su obra dejando un mundo que ha durado milenios y no necesitó reflexiones, para que el paso de los milenios, sirviese para que “los buenos, los malos y los de Melilla”, (es una frase hecha de mi época estudiantil allá por los años cuarenta) fueran creados perfectos y otra cosa seria, después, cada uno con su vida lo que considerase oportuno, como en este caso: NADA,¿TODO IGUAL?. No lo creo, vislumbro a lo lejos a un Largo Caballero 1, que hace revivir a un Largo Caballero 2.Cero.

Última hora de Pedro Sánchez en directo: el presidente reconoce que la  carta buscaba la reacción de la ciudadanía | El Periódico de España

Pedro Sánchez.

¿Sabes, Pedro una cosa?, por cierto, ¡que coincidencia!, este lunes fue en el santoral San Pedro, entiendo que el malo, porque el bueno viene acompañado de San Pablo.

Vaya, ¡más coincidencias!. Este Murfhy no para de trabajar, a pesar de todo, yo creo que esto no lo ha inventado el de arriba, sino como dicen los jugares de póker, que este juego, el póker, lo invento, el de abajo.

Y,¿ que nos espera ahora?. ¿La ausencia de libertad?. ¿Poder tapar la boca a jueces, periodistas e incomodos miembros de nuestra sociedad?. En resumen, Pedro, tú lo que quieres es la Repuública 3.0. Pedro, como diría uno que ya está de vuelta...Pedro, yo también te quiero.

Desde el escenario político español, nos encontramos inmersos en un drama que tiene en vilo a medio mundo y que alcanzó su desenlace final este lunes. Se trata de una obra de teatro montada por el presidente del gobierno, una trama que ha dividido a la nación entre aquellos que anhelan su partida y aquellos que, temerosos, lo rodean esperando que permanezca en escena para no perder su papel en este intrincado guion.

El fervor y la expectación que rodean este espectáculo no deberían ser la norma en la política de un país. España, una nación con una rica historia y una sociedad diversa, merece líderes que actúen con responsabilidad, transparencia y compromiso hacia el bienestar de todos sus ciudadanos.

Es comprensible que existan diferencias de opinión y discrepancias ideológicas en el ámbito político, pero lo que no es aceptable es convertir la gestión del país en un mero juego de intereses personales y políticos, donde las decisiones importantes se diluyen en el trasfondo de una representación teatral.

El presidente del gobierno, como figura de máxima autoridad, debe ser consciente de su responsabilidad y del impacto que tienen sus acciones en la sociedad. No se trata solo de mantenerse en el poder a toda costa, sino de gobernar con integridad y en beneficio del conjunto de la población.

La incertidumbre y la inestabilidad generadas por este espectáculo político no hacen más que perjudicar a España y a su reputación internacional.

En un momento en el que el país enfrenta desafíos económicos, sociales y medioambientales, resulta imperativo que las decisiones gubernamentales se tomen con seriedad y con el objetivo de construir un futuro próspero y sostenible para todos.

Es hora de que los actores políticos abandonen el teatro de las vanidades y se comprometan verdaderamente con el servicio público. Los ciudadanos españoles merecen líderes que estén a la altura de los desafíos del siglo XXI, que trabajen con honestidad y dedicación para construir una sociedad más justa y equitativa.

En lugar de esperar ansiosamente el desenlace de esta obra de teatro política, deberíamos exigir un cambio real en la forma en que se hace política en España. No podemos conformarnos con ser simples espectadores de un juego de poder, sino que debemos ser protagonistas activos en la construcción de un futuro mejor para nuestro país.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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